El alcohol se cierne como una de las peores amenazas para la salud de la niñez y la adolescencia de Nuevo Laredo. Hoy en día, su consumo es considerado una manera de compartir en sociedad y sus riesgos no son tomados en serio.
La preocupación de la Secretaría de Salud y algunas instituciones como la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es alta, especialmente luego de varios estudios en los que se detalla que al menos 59 por ciento de los adolescentes que cursan la preparatoria habían probado alcohol desde muy temprana edad, incluso cuando cursaba la secundaria. Un estudio de la Facultad de Enfermería, en colaboración con la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), confirma que la edad de aquellos que comienzan a ingerir alcohol es tan baja como los 13.6 años.
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Lo grave no es que 59 de cada 100 jovencitos en edad preparatoriana haya probado alcohol, sino que poco más de la mitad lo hacían con cierta regularidad. El estudio, publicado en la revista científica ARB, del Scientific Publishing Group, detalla que se realizó una encuesta entre 251 estudiantes de preparatorias de Nuevo Laredo y 148 de ellos confirmaron que ya habían bebido alcohol.
Los números son muy similares al estudio de la Facultad de Enfermería y la UANL. Sin embargo, en esta última se advierte que más de la mitad de esos jóvenes seguían consumiendo alcohol con cierta regularidad. Incluso, entre los jóvenes que habían ya cumplido los 18 años y hasta los 21, el 26 por ciento bebían alcohol de forma dependiente.
ADICCIÓN EN MENORES
Asociaciones que por décadas habían rehabilitado a adultos con problemas de consumo de sustancias, hoy en día enfocan sus esfuerzos en menores. “El rango de edad que estamos viendo es de 13 a 14 o 15 años, máximo de 22 años están llegando, ya no se ven aquellos tiempos en los que los adultos eran los que consumían más, ahora son nuestros jóvenes los que están cayendo más en esa problemática”, destacó José Ángel González Estrada, quien considera que el problema se arraiga aun más en jóvenes de hogares disfuncionales, pues muchos de ellos consumen alcohol y otras drogas por imitación.
Otros organismos como Impacta coinciden con el aumento de adicciones en el rango más joven de edad, lo que ha impulsado que se busque a aquellos con problemas de adicciones o problemas de salud mental en la vía pública, incluso en las plazas.
Rubén Román, del Centro de Atención para la Juventud (CAJ), en la colonia Reservas Territoriales, invitó a aquellos jóvenes que sufren de adicciones al alcohol u otras drogas a que acudan a recibir ayuda.
“Contamos con dos psicólogas que ofrecen terapias”, dijo Román. El CAJ, como Impacta, realiza labores de prevención en escuelas y busca detectar a aquellos estudiantes con problemas emocionales.
La Secretaría de Salud también ofrece ayuda a través de programas como “Servicios Amigables”, estrategia enfocada a la atención integral de la salud y apoyo a la juventud, con más de 250 promotores juveniles distribuidos en las 12 jurisdicciones sanitarias de la entidad, entre ellas la 5, que se ubica en Nuevo Laredo.