En el estado de Texas, el gobernador Greg Abbott, firmó una nueva ley que pega directamente en la salud de una parte de la población que reside en el territorio, pero muchos ya advierten que no la van a cumplir.
El mandatario republicano del Estado de la Estrella Solitaria promulgó una normativa que autoriza a demandar a cualquier persona que facilite la entrega de píldoras abortivas, en un lugar donde la interrupción voluntaria del embarazo está prohibida, de acuerdo explica el sitio web del Senado de Texas.
Con la aprobación de dicha reglamentación, que iniciará a regir el próximo 4 de diciembre, cualquier ciudadano podrá demandar a cualquier posible infractor y reclamar una indemnización de al menos 100.000 mil dólares.
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Pese a que la ley no prevé el enjuiciamiento de las mujeres que intenten obtener dichas pastillas en el estado, sí impide su prescripción, fabricación o envío, según el medio The New York Times.
A pesar de ese sentido, Her Safe Harbor, una asociación que se respalda en ciertas disposiciones para enviar píldoras abortivas por correo, indicó que, aunque recibió cartas de cese y desistimiento por parte del fiscal general de Texas, Ken Paxton, "no tiene planes de impedir que las personas texanas accedan a sus servicios".
A pesar de la nueva ley en Texas, es importante hacer mención que crece la demanda por servicios médicos para hacer abortos
En diálogo con el medio The Guardian, la enfermera Debra Lynch, quien trabaja en la organización Her Safe Harbor, aseguró que recibieron múltiples solicitudes de ayuda de pacientes del estado, por lo que debieron duplicar su número de proveedores de pastillas abortivas.