¿Sientes que estás pagando de más en el recibo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)?, es posible que tengas una fuga de luz. Esto es lo que debes hacer para reconocer si tienes este problema en casa o negocio.
La fuga de luz, como bien indica la expresión, es cuando la energía se ‘escapa’ y entorpece el consumo de electricidad. El insumo no llega a los puertos necesarios, por lo que se desperdicia mientras el lector de la CFE sigue corriendo. Sería equiparable a cuando hay una fuga de agua.
Esta situación puede encarecer el recibo de luz de la siguiente facturación, lo cual puede ‘desequilibrar’ la economía de la familia. Pese al uso de artículos eléctricos, ocasionalmente el consumo está ‘especulado’ en un parámetro común para el hogar o negocio, por lo que al salir de estos puntos puede sorprender al usuario.
Te podría interesar
¿Cómo verificar si hay una fuga?
El proceso es bastante sencillo: lo primero que debes hacer es checar el medidor de luz sin desconectar ningún aparato. Anota todos los datos que el lector vaya arrojando en la pantalla digital. Una vez se repita la información, desconecta todos los aparatos; en teoría, el consumo debe ser nulo, pero si percibes que sigue aumentando, es altamente probable que tengas una fuga.
Este tipo de fallas en los medidores de la CFE tienen que ver principalmente con la instalación eléctrica. Un desperfecto de este tipo puede ocasionar que las superficies suban de temperatura. En caso de detectarlo, es necesario contactar a un experto en el área; no sólo para evitar el cobro excesivo, sino para evitar cualquier accidente.
De igual manera, puedes reportar este desperfecto ante la CFE para que un técnico revise el medidor de luz. En caso de que la falla esté ahí, se establecerá la sustitución del equipo o modernización del mismo.