Una historia que circula en redes sociales ha generado controversia en Monterrey, Nuevo León, donde un conductor de plataforma digital decidió vengarse de un pasajero que se negó a pagar un viaje de 265 pesos.
El conductor, identificado como Jorge, compartió la situación en un grupo de Facebook destinado a choferes de aplicaciones de transporte. En su publicación, narró que, ante la negativa del pasajero, decidió sustraer el medidor de luz del domicilio del usuario como forma de represalia.
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Para respaldar su versión, Jorge compartió fotografías: una de la fachada del domicilio y otra con el medidor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) colocado en el asiento de su automóvil.
Aunque el acto se ha viralizado y causado debate en redes, expertos legales advierten que podría tener consecuencias graves. Según el Código Penal Federal, dañar o sustraer instalaciones eléctricas constituye un delito tipificado como sabotaje.
El artículo 140, sobre sabotaje, establece que quien interfiera con servicios públicos como la energía eléctrica puede enfrentar de dos a veinte años de prisión y multas de mil a cincuenta mil pesos. Por su parte, el artículo 254, fracción IX, señala que alterar o sustraer equipos de servicio eléctrico sin autorización puede acarrear tres a diez años de cárcel, con multas que podrían alcanzar hasta 113 mil pesos.
Hasta el momento, ni las autoridades de Santa Catarina, donde ocurrieron los hechos, ni la CFE han emitido declaraciones oficiales. El pasajero, en tanto, se enfrentaría únicamente a cubrir el costo del viaje y posiblemente a una mala calificación dentro de la aplicación de transporte.
El caso ha generado un intenso debate en redes sociales
Muchos usuarios comprenden la frustración de los conductores frente a pasajeros que no pagan, pero también advierten sobre los riesgos de tomarse la justicia por cuenta propia, que pueden derivar en sanciones legales severas.
La situación pone sobre la mesa la necesidad de protocolos claros y medidas de seguridad para choferes de plataformas digitales, al tiempo que se recuerda que el uso de la violencia o la represalia puede acarrear consecuencias legales que superan con creces el monto original de la disputa.