ESTUDIOS GENEALÓGICOS

Estos diez apellidos están a punto de desaparecer en México; podrían ser parte de tu historia familiar

Miles de apellidos están al borde de la desaparición, estos apellidos revelan historias olvidadas de linajes que se extinguen poco a poco por la migración

Escrito en NACIONAL el

En México, los apellidos más comunes como García, López, Hernández o González se repiten millones de veces en actas, credenciales y redes sociales. 

Pero en el otro extremo hay un grupo silencioso de apellidos que están a punto de desaparecer. Algunos tienen solo decenas de portadores en todo el país, y otros ya ni siquiera aparecen en los registros civiles recientes.

Según datos del INEGI y estudios genealógicos, más de 50 mil apellidos en México tienen menos de 100 personas que los portan, y muchos de ellos están ligados a orígenes indígenas, extranjeros o rurales.

Apellidos en peligro: ¿los has escuchado?

Entre los apellidos en vías de extinción se encuentran:

  • Xochicale
  • Mazatzin
  • Canul
  • Yáñez de la Barquera
  • Camiroaga
  • Zermeño (en ciertas regiones)
  • Yñiguez
  • Tzompaxtle
  • Bátiz (muy reducido fuera del norte)
  • Chimalpopoca

Muchos de estos apellidos tienen raíces prehispánicas o provienen de linajes vascos, gallegos o sefardíes que se asentaron en México en los siglos pasados.

¿Por qué desaparecen?

Especialistas en genealogía explican que la urbanización, el mestizaje y la migración han diluido apellidos únicos, sobre todo en comunidades pequeñas donde las familias se dispersan. Además, la tendencia a tener menos hijos y el hecho de que las mujeres no transmitan su apellido (salvo en casos particulares) acelera el proceso.

Casos como el del apellido Xochicale, por ejemplo, son testimonio de un linaje indígena que sobrevive apenas en algunos pueblos de Veracruz.

El valor de un apellido

Más allá de la firma, el apellido es un archivo vivo, habla de quiénes fuimos, de dónde venimos y de las lenguas que hablaron nuestros antepasados. Cuando desaparece un apellido, se apaga parte de esa historia.

Por eso, cada vez más personas buscan en archivos parroquiales, actas antiguas o plataformas digitales para reconstruir su árbol genealógico y rescatar esos nombres que alguna vez definieron pueblos enteros.