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Esta panadería de México tenía los hornos encendidos desde hace 140 años; su pan era exquisito

El establecimiento era conocido por su horno de leña y su producción 100% artesanal, llenando el gusto de las personas con sabores clásico de pueblo

En su interior, el paso del tiempo se notaba en los techos ennegrecidos por el humo y el azúcar, las mesas envejecidas y las paredes cubiertas de historia
En su interior, el paso del tiempo se notaba en los techos ennegrecidos por el humo y el azúcar, las mesas envejecidas y las paredes cubiertas de historiaCréditos: Especial
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¿Sabías que hay una panadería que, hasta hace poco mantenía sus hornos encendidos desde hace 140 años? Dicho lugar era un punto gastronómico en México que, incluso fue visitado por celebridades como Natalia Lafourcade, el cual, ahora es un nostálgico recuerdo de lo que llegó a ser.

El establecimiento era conocido por su horno de leña y su producción 100% artesanal. En su interior, el paso del tiempo se notaba en los techos ennegrecidos por el humo y el azúcar, las mesas envejecidas y las paredes cubiertas de historia; entrar allí era como viajar al pasado.

Considerada la panadería más antigua de Coatepec, El Resobado mantenía su proceso artesanal y tradicional desde sus inicios. Todo el pan se horneaba en un gran horno de leña, y la preparación diaria daba inicio desde las 5:00 de la mañana con el esfuerzo de diez trabajadores: a las 11:00 a.m., pan de sal y piezas como chamucos y conchas; a las 2:00 p.m., pan de huevo y especialidades dulces.

Los productos más emblemáticos del lugar incluían:

  • Resobados (pan de 8 bolitas similar a la telera)
  • Pambazos
  • Bolillos
  • Chamucos
  • Conchas de huevo
  • Empanadas de requesón
  • Laureles, cuernitos y hojarascas

Cierra histórica panadería

Tras más de 140 años de historia, la icónica panadería El Resobado, dejó de operar en su tradicional sede ubicada en la calle Constitución número 3, en el centro del municipio. La decisión fue tomada luego de que el propietario del inmueble, Antonio Rosete Maldonado, llegara a un acuerdo con los trabajadores para desocupar el lugar, debido al avanzado deterioro de la construcción.

De acuerdo con Rosete Maldonado, el edificio, que ha estado en su familia por al menos tres generaciones, se encontraba en condiciones peligrosas tanto para los trabajadores como para los clientes. Señaló que no se le dio mantenimiento en años, ni se cumplió con el pago de renta.

“Es una ruina. Las tejas estaban por caerse, la instalación eléctrica expuesta… no se explica cómo funcionaba un negocio así”, lamentó.

De El Resobado solo quedó la historia y las anécdotas de sus trabajadores, quienes quizá puedan iniciar una nueva panadería y continuar con la tradición que hizo célebre a este lugar.