El derrame cerebral es una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Es muy repentino, pero un síntoma en especifico puede alertar del ataque antes de que sea demasiado tarde y cause daños irreversibles en quien lo padezca; así puedes reconocerlo.
También conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, lo que provoca que las células cerebrales comiencen a morir en cuestión de minutos.
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En este sentido, el derrame cerebral es una urgencia médica. Cada minuto cuenta, ya que un tratamiento rápido puede reducir significativamente el daño al cerebro y aumentar las posibilidades de recuperación.
¿Cuál es el síntoma que puede advertir un derrame cerebral?
De acuerdo con especialistas en neurología, uno de los primeros signos que puede alertar un derrame cerebral es la debilidad repentina en un lado del cuerpo, especialmente en el rostro, brazo o pierna. Si notas que tu boca se tuerce al sonreír, que no puedes levantar un brazo o que una pierna se siente débil de forma súbita, es momento de buscar ayuda médica inmediata.
Otros síntomas de un derrame cerebral que no debes ignorar
Además de la pérdida repentina de fuerza, la American Stroke Association recomienda estar atento a estos signos:
- Dificultad para hablar o entender a los demás.
- Pérdida de visión en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza intenso y repentino, sin causa aparente.
- Problemas de equilibrio o coordinación.
La regla FAST para detectar un derrame cerebral
Los expertos sugieren recordar la regla FAST para actuar rápido:
- F (Face – Rostro): pide a la persona que sonría. ¿Un lado de la cara se cae?
- A (Arms – Brazos): pide que levante ambos brazos. ¿Uno cae hacia abajo?
- S (Speech – Habla): pide repetir una frase sencilla. ¿Suena raro o arrastrado?
- T (Time – Tiempo): si notas cualquiera de estos síntomas, llama de inmediato a emergencias.
Si reconoces este síntoma temprano de debilidad repentina y actúas de inmediato, puedes salvar tu vida o la de alguien más. Nunca ignores los cambios súbitos en el habla, visión o movilidad; un diagnóstico rápido es clave para evitar consecuencias irreversibles.