Durante la noche de Halloween, los ofensores sexuales registrados en Texas están sujetos a restricciones específicas diseñadas para proteger a los menores.
Estas medidas incluyen: prohibición de participar en actividades relacionadas con Halloween como repartir dulces, decorar la casa o encender luces exteriores.
Deben mantenerse alejados de los menores, especialmente si son familiares directos. Apagar todas las luces exteriores a las 5:00 de la tarde del 31 de octubre.
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Si un ofensor sexual viola estas reglas, por ejemplo, al intentar tener contacto con niños o al no reportarse con su oficial de supervisión (en caso de estar bajo libertad condicional o supervisión comunitaria), puede enfrentar multas de hasta 500 dólares hasta 60 días de cárcel, revocación de libertad condicional o supervisada; nuevos cargos criminales, lo que aumentaría su penalidad a purgar, más tiempo en prisión.
En condados texanos como Bexar (San Antonio) y Harris (Houston), se obliga a ofensores sexuales en fechas especiales a colocar un anuncio visible de que en dicho domicilio habita un ofensor sexual.