HISTORIAS DE LA FRONTERA

Simona Reyes Pruneda, la matriarca que convirtió a Nuevo Laredo en su imperio en la década de los 70

Su figura emergió en la frontera como símbolo de liderazgo y poder en un mundo dominado por hombres; su historia, marcada por la violencia, la lealtad familiar y la justicia implacable aún es recordada en la frontera

La leyenda de Simona Reyes Pruneda.
La leyenda de Simona Reyes Pruneda.Créditos: internet
Escrito en NUEVO LAREDO el

La leyenda de Simona Reyes Pruneda continúa siendo una de las más comentadas en la frontera norte de México.

En una época donde el crimen organizado comenzaba a tejer sus redes en Tamaulipas, esta mujer se erigió como líder de una familia que desafió tanto al poder judicial como a las estructuras tradicionales en la frontera.

Simona Reyes Pruneda, la matriarca de la frontera

Su influencia no solo provenía del dinero o las armas, sino del control emocional y moral que ejercía sobre sus siete hijos.

A inicios de los años setenta, Nuevo Laredo vivía un periodo de tensión entre clanes locales y autoridades federales. La familia Reyes Pruneda, de origen campesino, había pasado de la siembra al tráfico de marihuana y goma de amapola, buscando sobrevivir en una región donde la corrupción y la violencia dictaban las reglas.

Su ascenso al poder se vio marcado por un hecho sangriento: el enfrentamiento de Refugio “Cuco” Reyes Pruneda con agentes judiciales en el restaurante La Siberia en 1971, evento que detonó una guerra sin tregua.

La muerte de Cuco, presuntamente traicionado por una amante, provocó una ola de represalias que dejó decenas de muertos, incluyendo al comandante Everardo Perales.

Fue entonces cuando arribó a la ciudad el agente federal Salvador del Toro Rosales, apodado “El Fiscal de Hierro”, encargado de restaurar el orden con métodos igual de letales que los de los delincuentes. Su llegada marcó el principio del fin para el clan Pruneda.

La caída

Simona fue detenida en 1975 junto con su abogado, Francisco Javier Bernal, conocido como “el abogado del diablo”. Con ellos cayó una era de poder y miedo.

Por otro lado, muchos habitantes de Nuevo Laredo la recuerdan aún con afecto, como una mujer solidaria y cortés. Murió en 1980, dejando tras de sí un legado que combina respeto, misterio y tragedia: la historia inmortal de Simona Reyes Pruneda.