El estado de Florida ha inaugurado un segundo centro de detención para inmigrantes indocumentados, denominado por el gobernador Ron DeSantis como “Deportation Depot”, ubicado en la antigua prisión estatal Baker Correctional Institution, al oeste de Jacksonville.
Características de este centro de detención
Este centro de detención ha comenzado a recibir detenidos desde el martes pasado y de acuerdo con las autoridades de Florida, para este viernes se reportaban 117 inmigrantes alojados, pero su capacidad oscila entre mil 300 y mil 500 camas.
Además, este nuevo centro supone una estrategia para descentralizar la detención migratoria, aliviando la presión sobre Alligator Alcatraz, y es catalogado como un proyecto cuyo costo estimado fue de 6 millones de dólares, aprovechando la infraestructura existente, y su operación corre a cargo de la Guardia Nacional de Florida y contratistas estatales.
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Contexto político y judicial
La apertura ocurre justo después de que una corte federal de apelaciones suspendiera la orden de un juez inferior que exigía el cierre de Alligator Alcatraz, lo que permitirá a ambos centros operar de manera simultanea
El gobernador DeSantis ha enfatizado que ambas instalaciones forman parte de una política agresiva de control migratorio y por ello buscará la apertura de un tercer centro, tentativamente llamado “Panhandle Pokey”, en el noroeste de Florida.
Repercusiones y críticas
El lanzamiento se da en un contexto de fuerte oposición de grupos ambientalistas, defensores de derechos humanos y comunidades indígenas, especialmente en torno a Alligator Alcatraz, que está hecho en una zona ecológica sensible y ya es objeto de demandas judiciales.
Mientras tanto, desde el gobierno se argumenta que la expansión de la capacidad de detención agilizará los procesos migratorios y respaldará políticas de deportación más efectivas.