Erik Menéndez, uno de los hermanos sentenciados en 1996 a cadena perpetua por el asesinato de sus padres José y Kitty Menéndez, permanecerá en la cárcel cumpliendo su condena luego de que un panel de comisionados de California le negó a Menéndez la libertad condicional.
La defensa de Erick buscaba que se le otorgara la libertad condicional durante tres años para analizar su caso y estudiar si era elegible para reincorporarse en la sociedad.
Este jueves se llevó a cabo una audiencia y el día de mañana, viernes, se llevará a cabo la correspondiente de Lyle Menéndez, quien se encuentra recluido en la misma prisión de San Diego.
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¿Por qué se tomó esta decisión?
El panel de comisionados de California determinó que Menéndez no debía ser liberado, y es que luego de una audiencia que duró todo el día se le interrogó sobre por qué cometió el crimen y violó las reglas de la prisión.
La junta evaluó si los hermanos representan un "peligro para la sociedad" y consideraron factores como el historial criminal, la motivación para el crimen y signos de remordimiento, además del comportamiento durante estos últimos 35 años que han permanecido en prisión, además de sus planes para el futuro.
El abogado de los hermanos, buscó la liberación desde el mes pasado para Erik Menéndez después de que fuera hospitalizado por un "problema de salud grave".
¿Por qué están en prisión?
El caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez es uno de los incidentes criminales más notorios en la historia de Estados Unidos. En 1989, los hermanos fueron acusados y luego condenados por el asesinato de sus padres, José y Mary Louise "Kitty" Menéndez, en su residencia en Beverly Hills, California.
Según la versión oficial, Erik y Lyle planearon y ejecutaron el crimen en respuesta a una supuesta historia de abusos por parte de su padre, un reconocido médico, y para obtener una herencia millonaria. La madrugada del 20 de agosto de ese año, los hermanos dispararon varias veces a sus padres con armas de fuego, causando la muerte de ambos.
El caso atrajo una gran atención mediática, en parte por el perfil alto de la familia y las dramáticas circunstancias del crimen. Los hermanos fueron arrestados y sometidos a juicio en 1990, ambos fueron declarados culpables en 1996 por asesinato en primer grado y condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.