Después de casi 30 años de prisión por el asesinato de sus padres, Erik y Lyle Menéndez están a punto de enfrentar sus audiencias de libertad condicional en California.
Sentenciados a cadena perpetua en 1996, los hermanos se convirtieron en elegibles tras la reducción de sus sentencias y ahora un panel evaluará si representan un riesgo para la sociedad. Los procedimientos comenzarán este jueves 21 de agosto y podrían marcar un giro histórico en uno de los casos de crimen real más famosos de Estados Unidos.
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Durante décadas, el caso de los Menéndez ha mantenido la atención del público debido a la combinación de violencia familiar, herencia multimillonaria y alegaciones de abuso sexual por parte de su padre.
Los abogados defensores argumentaron que los hermanos actuaron en defensa propia, mientras que la fiscalía sostuvo que el asesinato fue motivado por la ambición económica.
Las audiencias se realizarán vía videoconferencia desde el Centro Correccional Richard J. Donovan en San Diego, donde cada hermano será evaluado por un panel de la junta de libertad condicional sobre factores como historial criminal, comportamiento en prisión, remordimiento y planes a futuro. Incluso si reciben luz verde, el proceso no será inmediato, el asesor legal principal tiene 120 días para revisar la decisión y luego el gobernador Gavin Newsom dispone de 30 días para ratificarla.
La figura de los hermanos ha vuelto a estar en la mira gracias a documentales recientes, series de Netflix y el apoyo de figuras públicas como Kim Kardashian, que han resaltado su historia de presunto abuso sexual.
Además, su participación en educación y grupos de apoyo dentro de prisión ha sido destacada como un punto a favor.
Aun con la atención mediática y el respaldo de seguidores, los Menéndez enfrentan todavía una petición de habeas corpus que busca reexaminar sus condenas a la luz de nuevas pruebas.
Mientras tanto, las audiencias marcarán un momento decisivo, en el que se definirá si finalmente pudieran salir de prisión después de casi tres décadas, poniendo fin a uno de los casos de crimen real más comentados y controvertidos en la historia de Estados Unidos.