En los últimos años, las redes sociales han convertido a la cáscara de plátano en protagonista de numerosos remedios caseros, sobre todo para el cuidado de la piel.
Videos e imágenes muestran a personas frotando la parte interna de esta piel amarilla sobre el rostro, asegurando beneficios como suavidad, reducción de inflamación y hasta aceleración en la cicatrización de heridas.
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Pero, ¿qué dice la ciencia?
Investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard han analizado tanto el fruto como su cáscara, encontrando que el plátano es rico en potasio, magnesio, vitamina C, vitamina B6 y fibra dietética, nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Sin embargo, lo más llamativo está en la piel, contiene antioxidantes y compuestos vegetales que, según la medicina tradicional, poseen propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
De acuerdo con el informe de Harvard, la cáscara se ha utilizado por generaciones para aliviar picaduras de insectos, quemaduras leves y solares, colocando el interior de la piel sobre la zona afectada durante algunos minutos. Estos usos se sustentan en prácticas culturales y en la presencia de compuestos naturales que podrían favorecer la recuperación de la piel.
No obstante, los especialistas advierten que su efectividad no sustituye la atención médica. Aunque la cáscara de plátano pueda tener ciertos beneficios, aplicarla sin supervisión profesional en heridas graves o problemas dermatológicos puede empeorar la condición.
El plátano sigue siendo un aliado de la salud, tanto por sus nutrientes como por las propiedades de su cáscara.
Pero como toda tendencia viral, conviene tomarla con cautela, lo que puede ser un truco casero útil para una leve picadura no debe considerarse un tratamiento definitivo para afecciones de la piel.