El gobierno de Donald Trump está considerando una controvertida propuesta de reality show en la que migrantes competirían por obtener la ciudadanía estadounidense, según confirmó Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La iniciativa, que se encuentra en etapas preliminares de evaluación, ha generado un intenso debate sobre la ética de convertir el proceso migratorio en un espectáculo televisivo.
Te podría interesar
Detalles del polémico reality
El programa sería producido por Rob Worsoff, un cineasta canadiense radicado en Estados Unidos, quien defendió el concepto como "una celebración esperanzadora de lo que significa ser ciudadano americano".
Entre los desafíos propuestos destacaría una competencia estilo "fiebre del oro" en San Francisco, donde participantes excavarían en minas para demostrar su determinación.
"Esto no es 'Los Juegos del Hambre' para inmigrantes", insistió Worsoff, aclarando que solo incluiría a personas que ya están en el sistema migratorio estadounidense. Sin embargo, la naturaleza competitiva del formato, donde la ciudadanía se convertiría en premio, ha levantado críticas por trivializar un proceso legal complejo y profundamente personal.
McLaughlin enfatizó que cualquier propuesta mediática del DHS pasa por "un exhaustivo proceso de selección" antes de su aprobación. La vocera no especificó plazos ni probabilidades de que el proyecto se concrete, pero confirmó que existen conversaciones activas con el productor.
Esta iniciativa se enmarca en la dura política migratoria de Trump, que durante su primer mandato implementó medidas como "Quédate en México" y el fin del DACA. Los críticos argumentan que el reality show sería otra forma de espectacularizar y trivializar el complejo fenómeno migratorio, mientras que sus defensores insisten en que "humanizaría" el proceso.
Reacciones y controversia
La mera consideración de este formato ha generado preocupación entre grupos proinmigrantes que lo ven como una cosificación del sueño americano. Sobre todo, ha generado cuestionamientos éticos sobre convertir derechos fundamentales en entretenimiento.
De hacerse realidad, el escepticismo sobre los criterios que determinarían al "ganador" de la ciudadanía, estarían en cada momento. A su vez, se elevaría la preocupación por el mensaje que enviaría a la comunidad internacional sobre este ámbito.
Mientras el DHS evalúa la propuesta, el debate sobre los límites entre entretenimiento y derechos fundamentales promete intensificarse, especialmente en un año electoral donde la migración es tema central. La posibilidad de que el gobierno convierta la ciudadanía - un derecho que muchos esperan durante años - en un premio televisado podría redefinir los parámetros de lo aceptable en la política migratoria estadounidense.