Primero Walmart le advirtió a Trump que con los aranceles al 145 por ciento iba a derivar en anaqueles vacíos, pues se habían detenido las importaciones de muchos productos de fabricación total o parcial en China; después, ya que se redujo al 30 por ciento, si bien se reanuda el intercambio comercial, éste traería obvios incrementos.
Para esto, parece que Walmart se ha empeñado en dar a conocer que estos incrementos no serían por su culpa, sino por los aranceles, en respuesta, Trump le dijo al gigante minorista que son las cadenas de tiendas las que deben de absorber los costos adicionales derivados del gravamen.
Así de esas; aseguró que los empresarios deben sacrificar sus ganancias por el bien de la agenda económica, no de las empresas, sino de Trump, quien ha guiado su discurso hacia la afirmación de que los productores extranjeros son quienes absorberían esos gastos añadidos en la actual administración, claro, la gran mayoría se ha mostrado escéptico a todo esto, mientras que los expertos ven que derivado de esas medidas, se agudizaría la inflación.
“Walmart debería dejar de intentar culpar a los aranceles como la razón para aumentar los precios en toda la cadena. Walmart ganó miles de millones de dólares el año pasado, mucho más de lo esperado. Entre Walmart y China deberían, como se dice, ‘absorber los aranceles’, y no cobrar nada a los valiosos clientes. ¡Estaré observando, y también lo harán sus clientes!”, publicó Trump.
En la noción de cualquier ciudadano queda claro que si hay aumentos al precios de la carne, la tortilla, etc., el taco les va a salir más caro en su puesto más cercano y eso mismo aplica en proporciones mayores, así que el castigo es directamente para los consumidores, incluidos aquellos que votaron por Donald Trump, muchos de los cuales hoy aseguran que no sabían que iría a tal extremo con sus políticas.
Por lo pronto la confianza del consumidor estadounidense cayó a su nivel más bajo de los últimos tres años, y el segundo peor de los últimos 75 años, así de esas.