Cuando hablamos de cuidar nuestra figura o nuestra salud, la cena suele ser la gran olvidada.
Pero, cenar es importante, ¿qué alimentos además de ser deliciosos, pueden ayudarte a mantener tu peso, dormir mejor y sentirte con más energía?
La clave no está en saltarte la cena, sino en elegir bien lo que comes, sobre todo en esas últimas horas del día cuando tu cuerpo empieza a prepararse para descansar.
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Cenar sin engordar (y sin insomnio)
Comer pesado por la noche puede afectar tu sueño, causarte malestar y, claro, hacerte ganar peso. Por eso, el sitio de Nestlé recomienda incluir alimentos que nutran, sacien y ayuden a tu cuerpo a descansar. Aquí te damos la lista mágica:
- Carbohidratos inteligentes: arroz integral, papa cocida, plátano o avena. Te dan energía y fibra sin desbordes
- Frutas y verduras: antioxidantes, vitaminas y minerales en un solo paquete. Intenta con kiwi, tomate, cereza o ensalada de hojas verdes
- Proteínas ligeras: pollo, pavo, pescado o huevo cocido. También puedes optar por legumbres como lentejas o garbanzos en porciones pequeñas
- Lácteos bajos en grasa: un vasito de leche tibia o un poco de yogurt natural te pueden ayudar a dormir mejor gracias a su contenido de triptófano y calcio
- Grasas saludables: un par de nueces, almendras o un trozo de aguacate aportan saciedad sin saturarte
¿Y para dormir como bebé?
Si sientes que últimamente tu descanso no es el mejor, puede que la solución esté en tu plato. Alimentos ricos en melatonina, como el kiwi, las cerezas, la avena o los frutos secos, ayudan a regular el sueño de forma natural.
Además, combinarlos con una cena ligera evitará que te despiertes a medianoche por indigestión.
Transformar tu cena no significa comer menos, sino comer mejor. Porciones adecuadas, alimentos reales y una rutina relajada antes de dormir pueden hacer una gran diferencia en tu salud. Y lo mejor, puedes seguir disfrutando de la comida sin miedo a la báscula.