REGISTRO CIVIL

Estos son los apellidos más comunes en México; algunos otros han comenzado a desaparecer

Así como algunos apellidos dominan los registros, otros sobreviven en cifras muy reducidas

De acuerdo con el INEGI, hay muchos apellidos que comienzan a desaparecerán
Origen de los apellidos.De acuerdo con el INEGI, hay muchos apellidos que comienzan a desapareceránCréditos: El Mañana
Escrito en GLOBAL el

Un reciente estudio sobre los registros de nacimientos confirmó lo que historiadores y genealogistas ya sabían: en México, algunos apellidos han perdurado por generaciones y hoy siguen siendo los más frecuentes entre la población.

Los 10 apellidos más populares en México

Según los datos del INEGI recopilados recientemente, estos son los apellidos con mayor presencia al momento de los nacimientos:

  1. Hernández
  2. García
  3. Martínez
  4. López
  5. González
  6. Pérez
  7. Rodríguez
  8. Sánchez
  9. Ramírez
  10. Cruz

Muchos de estos apellidos tienen una terminación con “ez", lo cual reflejan un patrón tradicional de denominación en el español que significa "hijo de". Por ejemplo, Hernández proviene de “hijo de Hernando”, Martínez de “hijo de Martín”, etc.

Herencia histórica

La prevalencia de estos apellidos no es una casualidad, pues responde a siglos de historia cultural, colonización y migraciones internas. La mayoría de estos apellidos tienen origen español y se arraigaron durante la época colonial, al fusionarse con las poblaciones indígenas locales.

¿Cuáles son los apellidos que están por desaparecer?

Así como algunos apellidos dominan los registros, otros sobreviven en cifras muy reducidas. El INEGI ha detectado apellidos con menos de 350 registros entre 2017 y 2020, lo que los coloca en la categoría de los más raros del país.

Ejemplos de esos apellidos poco comunes incluyen:

  • Silvano
  • Bacab
  • Lino
  • Valero
  • Gracia
  • Machuca

Estos nombres suelen atribuirse a linajes pequeños, regiones aisladas o raíces indígenas que han mantenido su identidad pese a la homogenización onomástica.

Para quien lleva un apellido común, podría sentirse parte de una red histórica compartida. Para quien posee un apellido raro, su nombre es un privilegio de singularidad. En ambos casos, cada apellido es una pieza de identidad familiar que conecta presente, pasado y generaciones por venir.