A dos semanas de la muerte del legendario Ozzy Osbourne, líder y vocalista de Black Sabbath, se han dado a conocer nuevos detalles de su deceso en Inglaterra.
El icónico cantante falleció a los 76 años el pasado 22 de julio, dejando corazones rotos entre sus fans y familiares, quienes le dieron el último adiós en Birmingham.
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Osbourne falleció por un “paro cardíaco fuera del hospital” y un “infarto agudo de miocardio”, con enfermedad de las arterias coronarias y Parkinson, con disfunción autonómica como causas asociadas. Su hija Aimée Osbourne presentó el certificado en Londres.
Una ambulancia aérea llegó a la residencia de los Osbourne para proporcionarle asistencia médica, pero después de dos horas de intentar estabilizarlo, lo declararon muerto.
Problemas de salud
Los problemas de salud provocaron que Ozzy tuviera que alejarse de los escenarios en diversas ocasiones. En enero de 2020 reveló que padecía Parkinson, y que además sufrió una fuerte caída por la cual tuvo que ser operado del cuello.
Su esposa, Sharon Osbourne, explicó entonces que el diagnóstico correspondía a la variante PRKN 2: “Hay muchos tipos distintos de Parkinson. No es una sentencia de muerte, pero sí afecta ciertos nervios en el cuerpo. Es como tener un buen día, otro buen día, y luego uno realmente malo”.
También fue sometido a múltiples operaciones, tratamientos con células madre y terapias físicas para intentar recuperar su movilidad.
Su despedida
Contra todos los pronósticos, el "Príncipe de las Tinieblas" volvió a los escenarios en este 2025, para presentarse en Birmingham con sus compañeros de Black Sabbath, en lo que fue su último concierto.
El show recaudó más de 190 millones de dólares para diversas causas benéficas, convirtiéndose en el concierto caritativo más exitoso de todos los tiempos.
“Gracias desde el fondo de mi corazón”, fueron las últimas palabras de Ozzy Osbourne tras cantar "Paranoid", el tema más famoso de la banda.