Las recientes lluvias en la región han permitido que Nuevo Laredo pase de una sequía severa a moderada, que se había mantenido así desde junio.
“Se esperaba mayor sequía en la región, ha cambiado el pronóstico y se ha aumentado la posibilidad de precipitaciones, aunque todo depende del comportamiento del clima y los registros de la temporada de huracanes que se estima un aumento conforme a las estadísticas anteriores”, dijo Ramón Meza González, representante de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Durante tres meses continuos, el monitor de sequía de la Comisión Nacional de Agua mantuvo a Nuevo Laredo en una sequía extrema/moderada durante marzo y abril, en mayo pasó a severa hasta finales de mes, para pasar a moderada.
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Desde inicios del 2025, las lluvias han sido benévolas con Nuevo Laredo, pues tan sólo en enero se registraron 22 milímetros de lluvia, convirtiéndose en el arranque del año más lluvioso de los últimos ocho años; en lo que va del año, se han contabilizado 192 milímetros de precipitaciones, en el área de los puentes internacionales, donde la CILA cuenta con un pluviómetro.
Esto también ha beneficiado no sólo a la ciudad, sino al campo, pues los ganaderos han mencionado que las precipitaciones se han convertido en un respiro para la tierra, dando alimento fresco para los animales.
“El agua ha sido general, muy buena para el terreno, porque han sido aguas tipo llovizna no muy fuertes, pero benéficas para el campo, para el zacate y todo”, mencionó Rodolfo Treviño Benavides, presidente de la Asociación Ganadera local.
Además, la temporada de huracanes sigue activa, y se estima que en los próximos meses puedan seguir llegando precipitaciones no sólo a la ciudad sino a la región.