HISTORIAS DE LA FRONTERA

El día que el Penal de La Loma se convirtió en una plaza de toros

Un hecho insólito marcó la historia del desaparecido reclusorio: una corrida de toros celebrada dentro de sus muros, protagonizada por dos reclusos toreros

La Loma y su histórica corrida de toros.
La Loma y su histórica corrida de toros.Créditos: internet
Escrito en NUEVO LAREDO el

¿Una corrida de toros dentro de una cárcel? Aunque parezca increible, el Penal de La Loma fue uno de los recintos carcelarios más recordados del norte del país, no solo por su historia judicial, sino por los episodios insólitos que tuvieron lugar en su interior.

Construido en los años cincuenta por la Junta Federal de Mejoras Materiales durante la administración de Adolfo Ruiz Cortines, se erigía imponente en la parte alta de la colonia Hidalgo, delimitado por las calles Gutiérrez, Mina, Monterrey y Colima.

El Penal de La Loma y las corridas de toros

A lo largo de su existencia, el penal albergó a cientos de internos y fue testigo de hechos que hoy parecerían irreales.

Uno de los más recordados ocurrió cuando sus patios se transformaron en un improvisado ruedo para celebrar una corrida de toros.

Aquel día, los toreros presos conocidos como "El Capeto" y "El Canario" protagonizaron un duelo que combinó técnica, valentía y arte ante el asombro de custodios e internos. El director del penal autorizó la singular faena como parte de una novillada con fines benéficos.

Durante las décadas siguientes, La Loma se volvió sinónimo de autogobierno y deterioro institucional. En el año 2000, un operativo federal con más de 600 agentes puso fin a dieciséis años de control interno, marcando el inicio de su declive.

Historias 'demolidas'

Finalmente, el 28 de septiembre de 2007, el penal fue demolido mediante una implosión controlada que requirió dos detonaciones para derribar por completo sus muros.

Hoy, en el mismo terreno donde se alzaba el penal, la Plaza de la Libertad recuerda la transformación de aquel espacio. De un escenario de reclusión, la famosa penitenciaría fronteriza pasó a convertirse en símbolo de cambio, memoria y renacimiento urbano.