La ciudad de Nuevo Laredo se encuentra en alerta ante la inminente llegada de un evento climático sin precedentes en la región.
Según los últimos informes meteorológicos, los días 26 y 27 de febrero se registrarán temperaturas que podrían alcanzar los 34 y 35 grados centígrados respectivamente, marcando así el cierre de mes más caluroso de los últimos 10 años para estas fechas.
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Calorones intensos
Esta predicción supera incluso registros recientes, ya que solo en el año 2023 se alcanzaron valores similares, con una temperatura máxima de 35 grados el 28 de febrero. Sin embargo, en esa ocasión, los días previos estuvieron caracterizados por temperaturas ligeramente más moderadas, oscilando entre los 31 y 32 grados.
Este fenómeno climático extremo tiene sus raíces en el fenómeno de El Niño, el cual está afectando considerablemente el clima a nivel global.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se espera que el año 2024 sea aún más caluroso que el ya abrasador 2023, debido a los efectos prolongados de El Niño.
El Niño es un fenómeno natural que provoca fluctuaciones en las temperaturas del océano en el Pacífico ecuatorial, lo que a su vez desencadena cambios significativos en la atmósfera terrestre.
Altas temperaturas
Esta elevación de las temperaturas globales puede durar entre 9 y 12 meses, causando impactos devastadores como olas de calor, sequías, incendios y fenómenos climáticos extremos en diversas regiones del mundo.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, ha advertido que este fenómeno contribuirá a un aumento aún mayor de las temperaturas, tanto en la superficie terrestre como en los océanos, especialmente durante el año siguiente a su desarrollo, es decir, en el 2024.
Ante esta situación, las autoridades y la población de Nuevo Laredo se encuentran en alerta, tomando las precauciones necesarias para hacer frente a las altas temperaturas y sus posibles consecuencias.
Si bien aún resta esperar la confirmación oficial, todo apunta a que el año 2023 será recordado como el más caluroso de la historia, aunque si se materializan los efectos pronosticados, el 2024 podría superarlo en intensidad y adversidad climática.