Este 20 de septiembre de 2025, Monterrey, la capital de Nuevo León, cumple 429 años desde su fundación oficial por Don Diego de Montemayor en 1596. La ciudad fue nombrada “Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey” en honor a Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey y virrey de la Nueva España.
Sin embargo, la historia de la ciudad es más compleja, ya que Monterrey fue fundada en tres ocasiones: primero en 1577 por el capitán portugués Alberto del Canto, luego en 1582 por Luis Carvajal y de la Cueva, y finalmente por Montemayor en 1596.
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Al llegar, Alberto del Canto denominó la zona como Villa de Santa Lucía, un valle lleno de arroyos y vegetación. Luis Carvajal y de la Cueva fundó otro asentamiento llamado San Luis Rey de Francia, pero años más tarde fue perseguido y encarcelado, dejando la región abandonada hasta que Montemayor llegó con un grupo de 34 personas para repoblarla.
Los primeros pobladores se dedicaron a la agricultura, ganadería y minería, actividades destinadas al consumo local.
En 1612, un fuerte temporal destruyó las primeras chozas, por lo que los habitantes se trasladaron al sur del ojo de agua, estableciéndose alrededor de la Plaza General, hoy conocida como Plaza Zaragoza. Posteriormente, con Martín de Zavala hijo como gobernador, surgieron importantes haciendas como Guadalupe, San Pedro y Santa Catarina, que hoy forman parte de la zona metropolitana de Monterrey.
Tras la Guerra de Independencia, Monterrey se consolidó como capital del estado en 1824 y, durante 1864, fungió temporalmente como capital del país bajo el presidente Benito Juárez.
En septiembre de 1846, la ciudad fue escenario de la Batalla de Monterrey, durante la invasión estadounidense, donde se disputó el control del Puente de la Purísima y el cerro del Obispado.
A partir de 1867, Monterrey inició su transformación industrial con fábricas de cerveza, hielo, cerillos, jabón, azúcar, molinos y talleres textiles. Esto sentó las bases de grandes industrias como Altos Hornos, cementeras, cervecerías y la fábrica de vidrio, consolidando a Monterrey como un centro económico y comercial de gran relevancia en el norte de México.