En el corazón del municipio de Chacsinkín, a unos 120 kilómetros al sur de Mérida, se encuentra un pequeño poblado que destaca no por su tamaño ni por su infraestructura turística, sino por su brevísimo y sorprendente nombre.
Su nombre de apenas cuatro letras, es considerado el más corto del país y guarda una carga simbólica profundamente arraigada en la tradición oral de sus habitantes.
Este es el pueblo con el nombre más corto de México
Con una población que apenas supera las dos centenas de personas, X’box permanece ajeno al bullicio urbano, preservando intacto su carácter rural y su conexión con los antiguos saberes mayas.
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El nombre deriva del maya yucateco: la partícula “X’” denota lo femenino y “boox” refiere al color oscuro, una combinación que puede interpretarse como “la mujer negra” o “la oscura”. Este significado se relaciona directamente con una narración popular que circula entre los lugareños desde tiempos inmemoriales.
Según cuentan, una silueta femenina vestida completamente de negro se apareció en el pozo de la comunidad, provocando asombro y temor entre los vecinos. El suceso marcó tanto a los habitantes que decidieron bautizar su asentamiento en honor a aquel misterioso episodio.
El término fue inicialmente registrado como "Xboox" y experimentó cambios administrativos durante los siglos siguientes, hasta adoptar su forma actual en 1910.
Aunque carece de grandes atractivos turísticos, X’box se convierte en un destino singular para quienes desean explorar los matices ocultos del sureste mexicano. Desde su señalización en carretera, ideal para una fotografía inusual hasta su cercanía con pueblos coloniales como Chacsinkín, este enclave ofrece una experiencia auténtica, lejos de las rutas convencionales.
En definitiva, X’box es más que un nombre breve: es una puerta de entrada a las raíces culturales del Yucatán profundo, donde la leyenda, el idioma y la identidad se funden en un solo lugar.