La presidenta de México Claudia Sheinbaum fijó postura respecto a las sanciones administrativas impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra dos bancos mexicanos y una casa de bolsa, presuntamente vinculados a operaciones financieras sospechosas.
Durante su declaración, explicó que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) recibió recientemente un reporte confidencial por parte de la FIMSEN, su organismo homólogo en Estados Unidos. Según dijo, la información era limitada y poco detallada, por lo que la UIF y la Secretaría de Hacienda solicitaron formalmente datos adicionales para poder hacer una revisión completa.
El documento menciona transferencias entre cuentas mexicanas y chinas pertenecientes a instituciones legalmente constituidas. Eso no es prueba de lavado de dinero, ni implica culpabilidad.
En su mensaje, también enfatizó que el Gobierno mexicano actuará con responsabilidad, respetando los procedimientos y exigiendo claridad antes de emitir cualquier juicio o sanción a nivel interno.
Las autoridades mexicanas se mantienen a la espera de la respuesta de Estados Unidos con más detalles sobre las operaciones señaladas, mientras se evalúa si existe mérito para abrir una investigación nacional o si las transacciones forman parte de movimientos legítimos.