En Monterrey, Nuevo León, los ladridos constantes de los perros podrían dejar de ser solo una molestia vecinal para convertirse en una sanción económica formal.
La regidora Zally Alanís presentó una propuesta para modificar los Reglamentos de Protección Animal y de Justicia Cívica del municipio, con el objetivo de sancionar a los dueños que, por descuido, provoquen que sus mascotas ladren de forma excesiva.
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La propuesta surge tras un aumento en las quejas ciudadanas por parte de vecinos en diversos sectores del municipio. Según Alanís, muchos de estos casos están relacionados con el abandono emocional o la falta de atención adecuada a los perros, lo que lleva a conductas como ladrar constantemente, incluso durante la noche.
Debo dejar muy claro que en ningún momento se busca coartar el instinto natural de la mascota, lo que buscamos es que el dueño se haga responsable. La mayoría de estos casos el perro sufre al no tener un cuidado digno.
De aprobarse, la medida permitiría aplicar multas que oscilan entre los 2 mil 500 y los 4 mil 500 pesos, en línea con lo establecido por el reglamento sobre contaminación auditiva.
Aunque las sanciones no irían directamente contra el animal, sí apuntan a crear conciencia sobre la importancia del bienestar animal y la convivencia responsable.
Esta propuesta pone sobre la mesa un dilema urbano cada vez más común: ¿hasta qué punto el comportamiento de nuestras mascotas es reflejo de nuestra responsabilidad como dueños? Por lo pronto, en Monterrey, el ladrido excesivo podría salir caro.