En lo profundo de México existe un Pueblo Mágico que no solo deslumbra por su arquitectura colonial y paisajes montañosos, sino que también resguarda uno de los tesoros gastronómicos más exquisitos del país: el arte del queso artesanal. ¿De cuál estamos hablando?, Aquí se revelará el misterio.
Su nombre es Aculco, y quienes lo visitan coinciden en que aquí se elaboran los quesos más ricos de todo el país, compitiendo incluso con los más elegantes y sabrosos de todo el mundo.
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Aculco, el rincón quesero que conquista paladares
Con calles empedradas, casonas blancas y un ambiente que transporta al México tradicional, Aculco se ha ganado un lugar privilegiado en el mapa gracias a su tradición quesera centenaria.
Este municipio produce quesos frescos y maduros de calidad insuperable, como el panela, ranchero, o los intensos quesos añejos que son verdaderas joyas para los amantes del buen comer.
La producción artesanal de queso en Aculco mezcla técnicas heredadas por generaciones con procesos innovadores, dando como resultado productos que destacan por su sabor auténtico, textura cremosa y calidad superior.
La riqueza láctea de la región, sumada a la pasión de sus productores locales, ha convertido a este destino en un referente nacional en la elaboración de quesos mexicanos.
Una experiencia para los sentidos
Recorrer Aculco es más que visitar un Pueblo Mágico; es una experiencia sensorial que inicia en sus talleres queseros y termina en el paladar. Los visitantes pueden degustar productos directamente de los fabricantes, conocer los procesos de elaboración y sumergirse en la cultura gastronómica del queso.
Además, lugares como la Presa Ñado complementan el viaje con paisajes que invitan al descanso y la contemplación, convirtiendo a Aculco en el destino perfecto para quienes buscan turismo gastronómico, naturaleza y tradición en un solo lugar.
Aculco, orgullo quesero de México
En tiempos donde el turismo culinario cobra cada vez más fuerza, Aculco se posiciona como el corazón quesero del país. Su legado, su sabor y su gente hacen de este pueblo mexiquense un sitio que no solo debe visitarse, sino saborearse.