Una turista colombiana, de nombre Vale Mora, fue víctima de fraude en uno de los destinos turísticos más visitados en la Ciudad de México: Xochimilco, así lo relató mediante su cuenta de TikTok.
La joven viajó desde Colombia, en compañía de su padre, para visitar distintos sitios de México como las pirámides de Teotihuacán y el lago de Xochimilco, este último debido a que quería ver a los ajolotes que viven ahí y que son animales emblemáticos del lugar.
Y fue justo en el embarcadero Belén de la Rosa, en Xochimilco, donde un grupo de personas la estafaron y pagó de más por un tour.
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¿Cómo ocurrieron las cosas?
La joven relató lo sucedido en un video titulado “Story Time de las dos rodadas que nos han pegado en México a nosotros colombianos”. Mora y su familia acudieron a la zona de trajineras en Xochimilco, pero desde que que abordaron un vehículo de transporte privado notaron que algo no iba bien.
“El del Uber, o sea, toda la gente acá es muy buena gente, pero ese señor del Uber estaba emputado. Yo no sé, pero no nos habló”, recordó. Fue durante ese trayecto que un sujeto en bicicleta los interceptó y desvió del rumbo original. “Le empezó a decir al Uber como, ‘No, no, no, por acá no hay paso, eh métanse por acá’. Y empezó a desviarlo”.
Al llegar al embarcadero Belén de la Rosa se percató que no era el embarcadero al que ella quería llegar, lugar del que ya tenía referencias de precios y ubicación por videos virales previos.
Los encargados de las trajineras le ofrecieron el servicio con un paquete de 2 mil pesos mexicanos por un trayecto de una hora y media.
“Nosotros pensamos que habíamos sacado este elegante gangazo. No, sí, tal. El man nos dejó el paseo en 2 mil pesos… que son casi 500 mil pesos colombianos”, explicó.
Al llegar al ajolotario se les informó que la entrada no estaba incluida en el paquete por lo que tuvieron que desembolsar otros 300 pesos. La sorpresa continuó al regresar de la trajinera, cuando Mora confrontó al operador sobre los precios por lo que el operador aseguró que todos los embarcaderos manejaban tarifas similares y que incluso había denuncias entre empresas que cobraban en exceso.
Sin embargo, al día siguiente, otro conductor de Uber les aclaró la situación y les reveló que hay una red entre falsos guías en bicicleta y algunos choferes de transporte por aplicación.
“Él nos dijo como, ‘No se pueden dejar estafar por unos en bicicletas… tienen que ir al embarcadero principal que es Nativitas’. Ese es el que está regulado”, narró Mora.
El testimonio de Vale Mora se suma a otros casos similares reportados en redes sociales en los últimos meses, donde turistas nacionales y extranjeros terminan pagando tarifas infladas en embarcaderos alternos, engañados por personas que aparentan trabajar en los puntos turísticos.