LEYENDAS

Conoce la mítica serpiente que cuida los Cenotes en Yucatán: si la ves, puede tener un significado

El origen de la leyenda puede ser tan antiguo como el origen de estas maravillosas grutas de agua en la península mexicana del sur; para los mayas, su vida entera dependía de la protección que les daba

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Para quienes visiten la zona de Yucatán podrán conocer los hermosos pozos de agua conocidos como Cenotes, que son en realidad grutas o cuevas llenas de agua donde los turistas pueden nadar o bucear y que, de acuerdo a esta leyenda, son espacios protegidos por Tsukán, la gran serpiente.

Según la leyenda maya, Tsukán era una serpiente gigante que se comió la bestia alada que solía montar Chaac, el dios de la lluvia; después de una gran pelea entre ambos, Tsukán decide vivir en el mar y dejar la península donde vivía. En la historia, la deidad maya del agua le asigna la misión de cuidar a la población y abastecerla de agua durante el resto de su existencia.

Tsukán, la gran serpiente protectora del agua en la península de Yucatán

Los cenotes se formaron hace más de 60 millones de años, cuando un meteorito que medía más de 10 kilómetros de diámetro, impactó la zona de Chicxulub, Yucatán. Las depresiones impresas por la caída de la roca espacial crearon estas maravillosas grutas que permiten disfrutar espacios únicos de agua dulce y salada.

Existen más de 7 mil cenotes y hay cuatro tipos: jóvenes o de caverna; semiabiertos, abiertos y los 'antiguos', llamados así por ser los de más edad. En su momento, fueron bautizados como Dz'onot por los mayas, que en su lengua significa: 'caverna de agua'.  

Los significados de la serpiente Tsukán

Si bien la leyenda tiene un símbolo social y religioso, ya que su mitología permite explicar la relación de los mayas con el cielo y sus ciclos agrícolas o bien, dejar un registro de eventos únicos como las sequías que casi acaban con ellos; también ayuda a generar una conciencia preventiva que busca atender la preservación del sitio ecológico.

Se cuenta entre los locales que Tsukán suele rehuir de los seres humanos; aunque puede tomar por sorpresa al visitante desprevenido y provocarle fiebres o momentos de locura; por ello, ciertos habitantes evitan adentrarse demasiado en las grutas.

También, dicen las historias que, si alguien se encuentra con la serpiente mítica, no debe atacarla, pues si intentan matarla, podrían atraer malas consecuencias para la región.

Para los mayas, las serpientes son un símbolo de renacimiento y protección del tesoro más preciado: el agua. La idea de tener un protector de las cosechas y la vida silvestre es una forma de compartir en comunidad, la preocupación por el bienestar económico y social del grupo.

Actualmente, existen santuarios en honor de Tsukán, que pueden visitarse en la localidad de Pisté, muy cerca de Chichén Itzá.