Las serpientes son de la familia de los reptiles y existen cerca de 450 géneros y más de 3 mil especies. Muchas de ellas son venenosas y puede haber de distintos tamaños, algunas, incluso miden varios metros de largo.
Este no es el caso de las víboras de coral, estos pequeños ofidios suelen medir desde los 40 cms hasta 1.60 metros de largo cuando mucho. Esto significa que pueden ser tan pequeñas como una regla escolar y cuando están recién nacidas incluso caben en la mano de un adulto.
Las corales suelen ser de colores muy brillantes y tienen figuras geométricas a lo largo del cuerpo, este llamativo diseño de su piel es a propósito, pues es una marca para otros animales de que son animales muy peligrosos, lo que aleja a posibles depredadores.
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Serpientes de coral: pequeñas, venenosas y ... a veces ¡falsas!
Un diseño común de estas serpientes son los anillos alrededor de su cuerpo, los colores más comunes en estos repitles suelen ser el negro, amarillo y rojo; sin embargo hay variantes negras con uno de los dos colores. También, el ancho de los anillos puede ser diferente entre las especies de esta serpiente.
Son primas de las cobras y viven usualmente en el continente americano, desde Argentina hasta el sur de Estados Unidos; incluso, existe una especie particular llamada Texas Coral Snake, la cual puede encontrarse —además de Texas—, en Louisiana y Arkansas en Estados Unidos y en México la han ubicado en Tamaulipas, San Luis Potosí, Morelos, Querétaro y Guanajuato. Como son de climas tropicales, otros lugares calientes de Africa y Asia también son hogar de estas serpientes.
Terriblemente venenosas, las serpientes de coral tienen colmillos huecos llenos de veneno altamente tóxico y quienes sufren su mordida son afectados directamente en el sistema nervioso, lo que resulta mortal. Si se sienten agredidas son muy rápidas para atacar.
Pueden ser identificadas por sus características físicas: tienen una cabeza ovalada y angosta, también la cola es delgada con punta en forma de pico. Su nariz es redonda y los ojos muy pequeños.
Cabe notar que hay 'falsas' corales; los científicos dicen que se pueden detectar ya sea por el tamaño de los ojos que en las corales verdaderas suelen verse demasiado pequeños comparados con la cabeza. También, dicen que si el vientre es blanco y sus anillos van de 2 en 2; entonces no es una coral verdadera.
Suelen esconderse en el día, en madrigueras oscuras y ocultas a la vista de la gente; salen por la noche para comer. Su alimento puede ser de pequeñas lagartijas e incluso serpentillas de menor tamaño. Cuando se reproducen, tienen entre 4 y 12 huevos y las crías miden entre 15 y 20 cm de largo. Pueden vivir 18 años.
Los estadounidenses tienen una rima que les enseñan desde niños para distinguir las corales falsas de las verdaderas: 'rojo junto al amarillo, mata a cualquiera; rojo junto al negro, a salvo estás'.
Red next to yellow can kill a fellow; red next to black, you’re all right, Jack
Víboras de Coral: Su veneno es mortal
Los estudios señalan que hay más de 5 millones de accidentes con estos animales y la mitad de las veces, las personas resultan envenenadas con un porcentaje de 2.5% de fallecimientos. En Latinoamérica, el total aproximado de casos es de 150 mil con registros de 5 mil personas muertas debido al veneno de una serpiente.
También, existe la víbora coral sonorense o coral de Arizona, suele ser de cabeza negra con la cola negra, amarilla o blanca y anillos rojos. Miden casi 50 cm de largo (la mitad del brazo de un adulto) y son muy silenciosas hasta que alguien las molesta, entonces hacen un ruido fuerte usando el orificio reproductor/excretor, como si se reventara un globo.
Una especie particularmente hermosa es la coral azul de Malasia al sureste de Asia, de una tonalidad que va del azul oscuro al negro, sus laterales presentan una línea azul claro del cuello a la punta de la cola; se distinguen porque tanto la cabeza, como el vientre y la cola son de un tono rojizo. También hay una similar en Filipinas pero es totalmente negra con rayas blancas en la parte superior y un vientre naranja-rojizo con gruesas bandas negras.
Para quienes han sido mordidos por una serpiente coral, sentirán anestesiada el área de la mordida (usualmente manos y pies); además, si el antídoto no es aplicado a tiempo, el veneno llegará a la sangre y comenzarán a marearse y ver borroso hasta que se paraliza todo el cuerpo. El corazón se detiene y los músculos de los pulmones se inmovilizan, llevando a la víctima hacia la muerte.
A pesar de que las especies en América no suelen ser negras, los estudios muestran al menos dos excepciones que no cumplen el patrón de colores usuales; por ello, se recomienda a las personas que si ven una serpiente con características similares a la coral, lo mejor es alejarse sin molestarlas.