Estados Unidos ha decidido reinstaurar una carga tributaria del 20.91% sobre los embarques de tomate provenientes de México, una resolución que entrará en vigor el próximo 14 de julio.
Esta disposición, anunciada oficialmente por el Departamento de Comercio, marca el fin de un arreglo bilateral alcanzado hace seis años para estabilizar el flujo comercial de este producto agrícola.
Va Trump contra el tomate mexicano
Con esta determinación, la administración de Donald Trump deja sin efecto un entendimiento firmado en 2019 que, hasta ahora, permitía a los exportadores mexicanos continuar con el suministro de tomate al mercado estadounidense bajo condiciones supervisadas.
Te podría interesar
Según el comunicado oficial, la intención de esta medida es garantizar un terreno equitativo para los agricultores estadounidenses frente a la competencia internacional.
La política implementada por el Departamento de Comercio se alinea con los objetivos de protección comercial impulsados desde la Casa Blanca.
El organismo argumenta que la reactivación de los gravámenes permitirá recuperar una posición justa en las dinámicas de importación, afectadas por lo que consideran prácticas de mercado desleales por parte de los exportadores del sur.
Había un acuerdo desde 2019
En retrospectiva, el mecanismo vigente desde 2019 surgió tras una serie de fricciones económicas entre ambos países.
No obstante, gracias a negociaciones diplomáticas y técnicas entre la Secretaría de Economía mexicana y las autoridades estadounidenses, se había logrado una tregua que hoy queda anulada.
El sector agrícola mexicano se encuentra ahora en un escenario de incertidumbre, evaluando alternativas para reducir el impacto de la nueva política arancelaria.
Con el regreso de los aranceles al tomate mexicano, los productores estadounidenses celebran la medida como una oportunidad para reposicionarse dentro de la industria local.