México tiene una gran cantidad de ciudades poco conocidas que cuentan con ricas tradiciones y costumbres, pero hay una en particular que saltó del anonimato gracias a un expresidente de México, pero después fue olvidada y hoy es pura nostalgia.
Ubicado en el noreste de Nuevo León, Agualeguas es un pequeño municipio que se hizo famoso después de 1988, gracias al lazo familiar de Carlos Salinas de Gortari con el lugar.
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Declive del turismo
En el sexenio de Salinas de Gortari como presidente de México, Agualeguas llamó la atención de algunos turistas y muchos periodistas que en múltiples ocasiones acudieron a esta pequeña ciudad de Nuevo León para buscar noticias sobre el entonces mandatario nacional.
Muy poca gente sabía que existía Agualeguas, hasta que Carlos Salinas de Gortari lo puso en el mapa, en el ojo del huracán. Los padres del expresidente nacieron ahí, por ello la familia tenía su casa y el Rancho El Guajalote, propiedades que aún existen, pero que reciben pocas visitas.
Había pequeñas fondas en la ciudad y no tenía lugares para recibir a la prensa, hasta que poco a poco los habitantes comenzaron a sacarle provecho. Todo acabó cuando Carlos dejó el "trono" presidencial en 1994.
Con el paso de los años, el turismo ha disminuido notablemente.
A pesar de los desafíos, la comunidad local sigue trabajando para preservar sus tradiciones y explorar nuevas formas de atraer visitantes, aunque el panorama sigue siendo incierto en términos de recuperación del turismo en la zona.
Dulce de frijol: un tesoro gastronómico
Uno de los mayores orgullos de Agualeguas es su tradicional dulce de frijol. Este postre, elaborado a base de frijoles cocidos, leche, azúcar y canela, ofrece una experiencia única que refleja la riqueza culinaria de la región. La preparación comienza con la cocción de los frijoles, que luego se muelen hasta obtener una pasta suave.
Esta mezcla se cocina a fuego lento con leche, azúcar y canela hasta alcanzar una consistencia espesa. Históricamente, se elaboraba en grandes cacerolas de cobre sobre leña, endulzado con piloncillo, lo que le confería un sabor distintivo.
El rancho "El Guajolote" y la familia Salinas
El padre del expresidente, Raúl Salinas Lozano, hizo que la familia adquiriera el rancho "El Guajolote". Este lugar se convirtió en su retiro habitual durante las vacaciones, donde recibían a numerosos políticos y empresarios.
La casa familiar, situada cerca de la presidencia municipal, fue testigo de numerosos eventos y visitas de figuras destacadas. Actualmente, la propiedad funciona como sede de un instituto tecnológico, pero aún conserva vestigios de su esplendor pasado.
Legado y cultura viva
La influencia de la familia Salinas dejó una marca indeleble en Agualeguas. Durante su estancia, se realizaron mejoras significativas en la infraestructura local, incluyendo la remodelación de la Casa de la Cultura "Margarita de Gortari de Salinas" y embellecimientos en la plaza principal y el parque El Nogalar.
Estos cambios transformaron temporalmente al municipio, atrayendo la atención nacional e internacional. Hoy en día, Agualeguas sigue celebrando su herencia cultural y gastronómica, con el dulce de frijol como emblema de su identidad y la memoria de su conexión con la historia presidencial de México.