La violencia volvió a sacudir al municipio de Nicolás Romero, Estado de México, tras la muerte de Marisol Marcelo Enríquez, cuyo cuerpo fue hallado en su domicilio ubicado en la colonia Francisco I. Madero, luego de haber sido reportada como desaparecida el pasado 29 de septiembre.
La mujer, madre de dos niñas de 2 y 7 años, vivía con su esposo Jorge Antonio Gaytán González, principal sospechoso del feminicidio. Vecinos alertaron a las autoridades municipales por un fuerte olor proveniente de la vivienda, lo que llevó al despliegue policial al lugar.
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Durante el operativo, el sospechoso provocó una explosión con un tanque de gas en un intento de evitar la detención. La detonación resultó fatal para el comandante Raymundo Rosas Molina, quien falleció en el lugar. Además, una mujer identificada como Dulce Anahí sufrió quemaduras y fue trasladada a un hospital, junto con el propio Jorge Antonio, quien permanece internado bajo custodia policial en el Hospital General de Atizapán de Zaragoza.
Existen versiones contradictorias sobre el lugar exacto donde fue encontrado el cuerpo de Marisol: algunos indican que estaba en las escaleras, mientras que otros aseguran que fue en la azotea del inmueble.
Investigaciones posteriores revelaron que Jorge Antonio Gaytán González contaba con una orden de aprehensión vigente por feminicidio en Tijuana, lo que añade un contexto de violencia previo a este trágico suceso. Las autoridades continúan con las indagatorias para esclarecer los hechos y determinar posibles responsabilidades adicionales.
Este caso vuelve a poner de relieve la creciente preocupación por la violencia de género en el Estado de México y la importancia de reforzar la protección de las mujeres y sus familias.