El Día de Muertos 2025 se acerca con su misticismo, colorido y profunda carga emocional.
Esta celebración, una de las más emblemáticas de México, trasciende las fronteras del tiempo y del corazón, extendiendo su homenaje a los seres humanos y también a aquellos compañeros de cuatro patas, alas o escamas que dejaron una huella imborrable en la vida de sus familias.
Las mascotas y el Día de Muertos
De acuerdo con la tradición popular, el 27 de octubre marca el inicio del regreso espiritual de las mascotas. Esa noche, los hogares se transforman en santuarios llenos de flores de cempasúchil, velas encendidas y fotografías que evocan el cariño compartido.
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Cada detalle tiene un propósito: guiar a las almas peludas hasta su antiguo hogar, donde los esperan sus juguetes, sus golosinas favoritas y, sobre todo, el amor de quienes no las olvidan.
Preparar una ofrenda para las mascotas es un acto de ternura y gratitud. En los altares se colocan imágenes, platillos preferidos, premios y objetos personales que rememoran su personalidad.
Las veladoras simbolizan la luz del reencuentro, mientras el papel picado y el pan de muerto añaden un toque festivo a este tributo lleno de respeto y alegría.
Compañía que sigue viva
Más que una costumbre, esta práctica representa un vínculo que supera la pérdida. Recordar a las mascotas durante el Día de Muertos es reconocer que su compañía sigue viva en los recuerdos y en la esencia del hogar.
Así, entre aromas de incienso y comidas especiales, el Día de Muertos 2025 se convierte en una oportunidad para "reunirnos" con nuestros animales fallecidos, una tradición de amor y misticismo ancestral.
