La tragedia golpeó a la familia y amigos de Marco Antonio Jarillo Ramírez, basquetbolista mexicano de 28 años, cuando se confirmó su muerte en Medellín, Colombia.
El joven, integrante del equipo San Andrés, había viajado a Colombia a inicios de octubre para disputar un torneo internacional de básquetbol, un deporte que amaba desde niño y que practicaba con pasión desde temprana edad.
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El drama comenzó cuando, tras un primer contacto durante el torneo, Marco Antonio dejó de responder mensajes y llamadas, así lo relato su madre.
Ya no me contestó los WhatsApp, ni a mí ni a nadie... hasta las 7:00 de la noche me dijeron que mi hijo había fallecido, que los drogaron y él fue el único que murió.
El impacto fue inmediato
La familia se comunicó con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en busca de apoyo para gestionar la repatriación del cuerpo, pero según la madre, se les indicó que no podían intervenir porque Marco no contaba con un seguro de vida para el viaje.
En protesta, amigos y familiares realizaron un bloqueo en Periférico Oriente, a la altura del centro comercial Las Antenas, para exigir que se otorgue un pasaporte de emergencia a la madre y permitirle viajar a Colombia a reconocer el cuerpo y gestionar su repatriación. Además, pidieron la intervención de la Embajada de Colombia en México para esclarecer los hechos y garantizar justicia.
Quién era Marco Antonio Jarillo
Marco Antonio era egresado de la Universidad Marista de la Ciudad de México, con licenciatura en Ingeniería en Mecatrónica y cursaba una maestría en Ingeniería en Proyectos. Amigos y familiares lo recuerdan como una persona noble, risueña y llena de energía. Su prometida, Danna Ronquillo, señaló que estaban a punto de casarse el 25 de octubre, apenas dos semanas después del viaje.
Me quitaron a mi pareja, a la familia de un sueño, de miles de metas... truncaron todos nuestros planes. Te juro que quisiera que todo esto fuera solo una mentira, un mal sueño del que pudiera despertar y volver a abrazarte.
La protesta busca visibilizar la tragedia, exigir respuestas y acelerar la repatriación de Marco Antonio, mientras la familia clama porque se haga justicia y se esclarezcan las circunstancias de su muerte. La comunidad deportiva y allegados han mostrado su apoyo, recordando al joven como un talento destacado y una persona ejemplar que perdió la vida de manera injusta.
Este caso ha generado una ola de indignación en redes sociales, reflejando la urgencia de que las autoridades mexicanas y colombianas actúen con rapidez para garantizar justicia y dar cierre a la familia.
