Es fundamental mantener una documentación y registro adecuados de las transferencias entre cuentas propias para poder justificar estos movimientos en caso de ser auditado o revisado por el SAT. Estas transferencias no se consideran ingresos siempre y cuando se pueda demostrar claramente que no representan un aumento en el patrimonio.
Según la asesora contable Mabel Salazar Lara, el Artículo 59, fracción III, del Código Fiscal de la Federación (CFF) establece que, a menos que se demuestre lo contrario, las autoridades fiscales presumirán que los depósitos en las cuentas bancarias del contribuyente que no estén registrados en su contabilidad obligatoria se considerarán ingresos.
Te podría interesar
Bajo esta normativa, las transferencias entre cuentas propias podrían considerarse ingresos si no se cuenta con documentación que respalde la operación, como facturas digitales o contratos de préstamos.
Documentación esencial para justificar transferencias
En este contexto, la contadora mencionó que si las autoridades fiscales requieren aclarar movimientos que puedan considerarse ingresos, es necesario presentar estados de cuenta bancarios, copias de recibos que indiquen el origen del monto, números de cheques, reportes de transferencias y cualquier otra documentación que confirme que se trata únicamente de transferencias entre cuentas propias.
Consejos para gestionar transferencias entre cuentas propias de manera eficiente y legal:
Asegúrate de describir claramente en el concepto de los movimientos que se trata de un "traspaso entre cuentas propias", conforme al Artículo 81 del Código Fiscal de Procedimientos Civiles.
Lleva un registro detallado de tus movimientos y cada transferencia realizada, especificando su origen y propósito, para facilitar cualquier auditoría del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Respeta el límite mensual de 15 mil pesos para las transferencias entre cuentas propias. Superar este monto requiere que las Instituciones financieras informen al SAT sobre estas operaciones.
Cumple puntualmente con todas tus obligaciones fiscales y mantente actualizado con los cambios normativos pertinentes.
Utiliza software o sistemas financieros y contables que te proporcionen información precisa sobre tus operaciones diarias, te ayuden a determinar el origen de las transacciones y te mantengan al día con el SAT.