Dentro de la gran cantidad de pueblos indígenas que tiene la República Mexicana, hay uno que es muy visitado por turistas extranjeros, y que, debido a lo arraigado de sus costumbres, podría causar sorpresa a miles de personas que hacen de la fotografía, un cómplice perfecto para documentar cada lugar que visitan.
Es caso de un pueblo que está enclavado en el estado de Chiapas, fue fundado durante la colonia española, y en su momento fue uno de los lugares más difíciles de evangelizar por la Iglesia Católica. Es un sitio donde sus pobladores defienden muy en serio sus costumbres, tanto sociales como religiosas.
Se trata de la población de San Juan Chamula, que se ubica a unos 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas. San Juan Chamula es un lugar donde no se permite tomar fotografías, ni a los lugareños, ni dentro de su iglesia; estos actos no son bien visto por sus habitantes, ya que de acuerdo a sus creencias, tomar fotografías significa robar el alma a las personas.
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Tomar fotografías es un acto que es castigado por los “mayoles”, que son los policías que resguardan la tranquilidad del pueblo.
Aunque no todo es tan rígido, ya que se puede solicitar permiso antes de tomar alguna foto, a cambio de una propina.
Dentro de la iglesia está más que prohibido tomar fotografías o videos, este acto es castigado con la retención de tu cámara o equipo fotográfico.
Quizás sea por sus costumbres, muy diferentes a las de otros sitios, San Juan Chamula es visitado por una gran de turistas internacionales, un lugar donde abunda los chamanes, y donde es frecuente ver las limpias y una serie de rituales que sorprenden a los visitantes.
Otras costumbres que pueden sorprender a culaquiera
A diferencia de otros sitios, en que los visitantes pueden ingresar a ciertos sitios libremente, en San Juan Chamula los foráneos deberán pagar una cuota si tienen la intención de ingresar a su iglesia, aunque esta no es muy alta, sí sorprende a muchos.
Si visitas San Juan Chamula, no olvides probar una de las bebidas más típicas y antiguas de todo México, el llamado “posh”, que es una bebida de origen maya, es un aguardiente elaborado a base de maíz fermentado utilizado en ceremonias, rituales y de consumo diario por pobladores del lugar.