ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS

¿México es el país 'más borracho' de los miembros de la OCDE?

En México, las iniciativas de control, como la 'Ley Seca' y los operativos de alcoholímetros, no han sido completamente efectivas

Escrito en NACIONAL el

Si alguna vez has escuchado que los mexicanos somos un 'país de borrachos', aquí tienes un dato curioso para sorprender a tus amigos en tu próxima reunión: en realidad, México no es uno de los países con mayor consumo de alcohol per cápita dentro de la OCDE.

Aunque el consumo ha aumentado en los últimos años, sigue siendo considerablemente bajo en comparación con otras naciones, como Dinamarca, España, Francia y Japón.

Según el informe 'Salud de un vistazo 2023' de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el consumo de alcohol per cápita en México ha aumentado de 4.0 a 5.1 litros en la última década. Este aumento es notable, pero no nos coloca entre los países con mayor ingesta de alcohol.

De hecho, países como Letonia, Lituania y la República Checa lideran el consumo con más de 12 litros por persona, mucho más de lo que consumimos en México.

A pesar de este aumento en el consumo, las cifras de 'binge drinking' o episodios de consumo excesivo de alcohol son alarmantes. En países como Alemania, Dinamarca y el Reino Unido, más del 30% de los adultos reportan haber bebido en exceso al menos una vez al mes, lo que resalta un patrón perjudicial para la salud pública.

Aunque no existen cifras exactas para México, el aumento general del consumo de alcohol indica una posible tendencia hacia el consumo excesivo.

A nivel mundial, el consumo excesivo de alcohol es una de las principales causas de muerte y discapacidad, particularmente entre la población en edad productiva.

En México, las iniciativas de control como la 'Ley Seca' en ciertos períodos y los operativos de alcoholímetros han tenido un impacto limitado. Por ejemplo, la Ciudad de México tiene restricciones en la venta de alcohol durante ciertas horas, mientras que en el Estado de México, las reglas son más flexibles.

Este contraste en las regulaciones resalta la necesidad de políticas públicas más eficaces y coherentes para controlar el consumo de alcohol y reducir sus efectos negativos en la salud pública.

La implementación de estrategias y políticas más efectivas es crucial para mitigar estos riesgos y reducir el impacto del consumo excesivo de alcohol en la población.