Aquel 12 de octubre en el municipio de Camargo, Chihuahua, ocurrió un evento que cambió la vida de Mya Naomy Villalobos Saldaña, el brutal ataque de su, en aquel momento, novio Erick.
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Fueron 47 puñaladas las que volvieron a la realidad a Mya, se dio cuenta que el romance y al amor que Erick decía profesarle, en realidad, era una relación tóxica.
Los dos tenían 17 años; pero no es pretexto, ni para él por el ataque; ni para ella por no haber identificado que se hallaba metida en una relación a todas luces, tóxica.
Las banderas rojas es como se conoce popularmente a las señales que muestran que una relación hay una persona controladora o manipuladora y que, podría estar afectando a la otra persona de forma crónica, modificando sus patrones de comportamiento sin que se de cuenta.
Para Mya Naomy, todo comenzó desde hacía meses y al día de hoy, es ella misma la que hace un "recuento de los daños" como dice una popular canción de Gloria Trevi.
Los últimos días ella vivía en un constante estado de tensión en cada salida que tenían; no sabía muy bien que esperar de las reacciones de su ex novio. Eso la mantenía en angustia y miedo.
Aquella fatídica noche, estaba con él y su mamá en su casa; pero, comenzaron a discutir. Ya había sucedido antes y la madre de Erick sabía eso. Sabía de su hijo, lo toleraba, lo permitía. Muchas de las conductas agresivas en una relación suceden con el consentimiento de los padres del agresor o de la víctima.
"Él se puso violento", es lo que expresó Naomy; y recordó que aunque ya se había puesto antes, esa noche escaló bastante rápidamente.
Ella recriminaba a Erick que dejara su adicción; aunque no ha esclarecido de qué tipo de adicción habla. Lo cierto es que sabiendo lo qué él hacía, lo toleraba. Este es una de las principales banderas rojas; creer que el tiempo cambiará a la persona en sus malos hábitos o actitudes sin ayuda profesional.
Él le pidió acceso a sus redes sociales, dudaba de la fidelidad de Mya. Ella se negó y quiso terminar la relación. Él la insultó con los clásicos mexicanismos de "puta" y "zorra". Es el momento en que ella se bajó del auto para caminar a su casa.
Cuando alguien solicita acceso a las redes sociales de la otra persona está faltando al principio máximo e individual de la intimidad. Esta es otra red flag de toda relación tóxica.
Mya Naomy comenzó a caminar, Erick la alcanzó. Se puso detrás de ella; ella pensó que la abrazaría e intentaría disculparse. Se equivocó.
En este momento su hoy ex novio comenzó a apuñalarla, mientras decía "perdóname, perdóname". Ella grito "¡ayuda, ayuda!"; él se enojó más aún y es cuando propinó todas las demás cuasi fatales heridas.
Ante los gritos de Mya, se acercó un sujeto y enfrentó al novio; él huyó. La cobardía del agresor quedó patentizada, solo fue temerario con el sexo débil.
Esta bandera roja es importante, a veces olvidamos que la pareja puede hacer daño con la misma facilidad con la que brindan amor. Reconocer que dañan, en ocasiones, es primordial para comenzar el proceso de separación.
La persona que confrontó al novio llamó a la ambulancia; pero la abandonó a un lado del terreno baldío. Ella estaba consciente y tal vez el no quiso meterse en problemas.
La madre llegó al lugar, seguramente después de alguna confesión de Erick; lo que expresó fue: "perdóname hija, de haber sabido que te iba a hacer algo así, no hubiera dejado que te fueras con él". Tal vez no lo sabía; pero sí imaginaba de lo qué su hijo era capaz, después de todo, ella estuvo en su crianza.
Ella llamó a la madre de Mya Naomy, y ambas la llevaron al hospital. De ahí le sacaron radiografías y le suturaron las manos y la espalda. La trasladaron a Chihuahua y le dijeron a su mamá que tenía la tráquea abierta y le habían perforado un pulmón; además de haber perdido mucha sangre.
Después de los trágicos sucesos, Mya Naomy Villalobos Saldaña, ha asistido con una psicóloga y una psiquiatra, en donde ella ha reconocido, por fin, que Erick ya le había gritado y golpeado; pero ella no era consciente de qué eso estaba muy mal.
Al cuestionarla sobre que mensaje enviaría a las adolescentes que estén en una situación similar, ella dijo: "cualquier empujón o cualquier grito es un foco rojo; si están pasando por algo así platíquenlo, cuéntenlo, grítenlo porque esas personas no cambian".