Fue un 12 de octubre en el municipio de Camargo, Chihuahua cuando el futuro esperanzador de Mya Naomy Villalobos Saldaña se oscureció de repente. De la luminosa vida en su hogar con sus padres, terminó en un terreno baldío con 47 ataques de arma blanca debatiéndose entre la vida y la muerte.
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El agresor está plenamente identificado; era su novio. Ella había depositado la confianza en él, ambos tenían 17 años en aquel momento. Muy jóvenes e inexperimentados; pero no es razón para el fin que tuvo Mya Naomy.
Aquel 12 de octubre, Erick, éste es el nombre de su ex pareja, tenía una idea fija en la mente. La idea de dañar, la idea de destruir y para ello, tenía consigo un arma blanca, una navaja.
Del amor melodioso y cómo se llegó al trágico desenlace de la pareja, sólo se sabe lo qué ha dicho Mya; aunque, se reconoce plenamente que nada justifica este ataque de una persona subnormal, alguien que ha olvidado las conductas morales y éticas de la sociedad.
Lo qué si se puede observar son las evidencias, éstas yacen en el cuerpo de Mya Naomy. Son 47 hendiduras en su piel; pero que penetran mucho más en el alma.
El dolor aumenta, sobre todo porque la persona que la ha lastimado, se encuentra libre gozando de las bondades del Sistema Judicial y Penal, ya que al tener 17 años no puede ser juzgado como adulto.
Las lesiones se observan en el cuello, las manos, espalda, un pulmón, pechos, tórax, cara y hombros. Con claridad se podría establecer que Erick trató de quitarle la vida; pero no se le está juzgando como "intento de homicidio".
La Fiscalía del Estado de Chihuahua ha puesto el cargo como "lesiones graves y violencia intrafamiliar", se desconoce el porqué. Al final de su brutal ataque; su novio, en aquel momento, Erick la abandonó a su suerte en un terreno baldío.
Su ex novio, este 13 de enero se presentó a la audiencia; fue puesto en libertad luego de dos horas; la razón argumentada por la Fiscalía es que es menor de edad, tiene 17 años y seguirá su proceso en total libertad.
No es así para Naomy, que desde aquel 12 y hasta 22 de octubre se debatió entre la vida y la muerte. Ahora, toda la fuerza de Naomy es para hacer justicia con su caso y que sirva de experiencia para otras mujeres.