TRÁMITES

Visa americana: ¿puede obtener el documento aunque no tenga un trabajo fijo?

Prepararse bien para la solicitud y la entrevista, presentando evidencia concreta de estabilidad para regresar, aumenta las probabilidades de éxito

Escrito en GLOBAL el

Aunque no existe una regla oficial que prohíba otorgar Visas a personas desempleadas, la realidad es que tener un empleo fijo aumenta considerablemente las probabilidades de éxito. La decisión final recae en un oficial consular, quien durante la entrevista revisa el formulario DS-160 y hace preguntas sobre el motivo del viaje, recursos económicos y la situación personal del solicitante.

El punto clave está en la sección 214(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite negar la visa a quienes no demuestren tener “lazos suficientemente fuertes con su país de origen”. Estos lazos pueden ser un empleo formal, propiedades, estudios en curso o relaciones familiares.

Para las autoridades migratorias, los solicitantes desempleados representan un mayor riesgo de querer permanecer en Estados Unidos y trabajar de forma ilegal. Durante la entrevista, el oficial consular puede preguntar sobre la actividad laboral, los ingresos o, en caso de no tener empleo, cómo financiará el viaje y qué motivos tiene para regresar. Si la respuesta no es convincente, lo más probable es que se emita un rechazo bajo la sección 214(b).

En estos casos, no hay apelación posible, aunque sí se puede volver a solicitar la Visa más adelante, idealmente cuando la situación haya cambiado, como al conseguir un empleo.

No todas las personas sin trabajo son rechazadas

Estudiantes, por ejemplo, suelen ser aprobados si tienen motivos claros para volver a continuar con sus estudios y si sus padres cubren los gastos. Niños pueden recibir la Visa cuando viajan junto a sus padres.

Adultos mayores y personas dedicadas al hogar también pueden obtenerla, siempre que se aclare quién financiará el viaje y que existan vínculos familiares o patrimoniales sólidos en México.

No tener trabajo no significa un “no” automático, pero sí implica un mayor reto. La clave está en demostrar que el viaje será temporal y que existen razones de peso para regresar al país de origen.

Preparar bien la entrevista y responder con seguridad puede marcar la diferencia entre un rechazo y la tan esperada aprobación.