La justicia de Estados Unidos amplió su red de acusaciones en un caso que ha estremecido a la nación por su crueldad y desolación. Michelle Justus, una abuela de 53 años, se convirtió en la última familiar en ser encarcelada, luego de que su nieta de 11 años diera a luz al bebé de su propio padrastro.
Los fiscales alegan un secreto a voces y una complicidad silenciosa que permitió que el horror se perpetuara frente a sus ojos.
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La Fiscalía del Condado de Muskogee, Oklahoma, confirmó que a Justus se le imputaron seis delitos graves de negligencia infantil. Tras su arresto, se le fijó una fianza de 75,000 dólares.
Su detención se suma a la del padrastro de la menor, Dustin Walker, de 34 años, y la de la madre, Cherie Walker, de 33. Ambos permanecen tras las rejas sin derecho a fianza, enfrentando cargos de abuso sexual y permitir dicho abuso, respectivamente.
Abuela calló todo el abuso contra su nieta
La investigación judicial pinta un cuadro de omisión escalofriante. Michelle Justus no era una abuela distante; tenía contacto constante con su nieta y, de hecho, era su “cuidadora” oficial, así como la de otros cinco niños de entre dos y nueve años.
Documentos citados por NBC News revelan que su hogar, situado frente al de la familia Walker, era un lugar de negligencia, sin supervisión adecuada ni atención médica, donde los niños vivían sumidos en lo que las autoridades describen como “condiciones deplorables”.
Dio a luz al hijo de su padrastro
El punto de inflexión de esta tragedia fue el 16 de agosto, el día en que la niña de 11 años dio a luz sin asistencia médica. Ese día, la abuela estaba presente. Los fiscales sostienen que ella, al igual que la madre, estaba al tanto de la situación de abuso que sufría la menor y nunca lo reportó a las autoridades, sellando el destino de la niña con su silencio.
Para la fiscalía, este es uno de los casos más graves de la historia local. Janet Hutson, fiscal adjunta del condado, no dudó en calificarlo como "uno de los más graves, si no el más grave" de abuso y negligencia infantil que ha procesado en toda su carrera.
La menor, según declaraciones de Hutson recogidas por The Guardian, está profundamente traumatizada.
“Ha pasado por una experiencia terrible. (Su padrastro) no solo la embarazó, sino que dio a luz en casa sin asistencia médica, y esta será su vida para siempre”, lamentó la fiscal.
Mientras los Walker enfrentan la posibilidad de cadena perpetua si son declarados culpables, el caso de Michelle Justus expone una incómoda y polémica pregunta: ¿hasta dónde llega la obligación moral de un familiar de proteger a un niño?