En 2025, el tema del sueldo de los agentes de ICE se convirtió en un eje central de discusión tanto en Washington como en foros internacionales.
La agencia, encargada de ejecutar detenciones y deportaciones en Estados Unidos, opera en un entorno marcado por tensiones fronterizas, un aumento sostenido en el flujo migratorio y un clima político polarizado.
¿Cuánto gana un agente del ICE por cada migrante detenido?
Los oficiales federales inician su carrera en el grado GS-7, con percepciones cercanas a los 55 mil dólares al año. Sin embargo, la progresión profesional, sumada a incentivos por horas extra, peligrosidad y ubicación geográfica, eleva las percepciones hasta 135 mil dólares, según datos oficiales de la Oficina de Administración de Personal y del Departamento de Seguridad Nacional.
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El esquema contempla también cobertura médica, seguro de vida, plan de retiro y vacaciones pagadas que incrementan con la antigüedad.
Sin embargo no existe un pago directo o "prima por cabeza" para los agentes por cada migrante detenido. El personal de ICE son empleados federales de Estados Unidos y reciben un salario fijo anual basado en la escala salarial General Schedule (GS) del gobierno federal, que varía según el grado de experiencia, ubicación geográfica y tiempo de servicio.
No hay incentivos por detenciones personales
No hay incentivos por detención individual; su compensación incluye bonos de reclutamiento, horas extras y beneficios estándar, pero no un monto específico por arresto.
Esto se basa en información oficial de fuentes como el sitio web de ICE, USAJOBS (el portal de empleo federal) y reportes independientes.
Confusión por cazarecompensas
Afirmaciones en redes sociales o rumores sobre bonos por migrante suelen referirse a recompensas por información por personas fugadas peligrosas o a malentendidos sobre contratos con cazadores de recompensas para casos de fianzas, no para agentes regulares.
Los recursos destinados a ICE durante este ejercicio superaron los 9 mil millones de dólares, lo que ha permitido tanto la contratación de nuevos elementos como la conservación de una estructura salarial competitiva frente a otras dependencias de seguridad.
El respaldo presupuestal se justifica con la necesidad de responder a operativos de gran escala en Texas, California y Arizona, donde se han registrado los mayores choques por detenciones.
No obstante, las percepciones económicas de estos agentes no han pasado desapercibidas. Diversas organizaciones de derechos humanos y legisladores demócratas han criticado que, mientras se preservan estos salarios, existen recortes a programas de asistencia social y refugio a migrantes.
Además, informes recientes señalan prácticas cuestionables en centros de detención, denuncias de negligencia médica y procesos de deportación acelerados sin garantías legales.