La reciente aprobación de la ley conocida como Baño en disputa en Texas marca un punto de quiebre en la conversación nacional sobre identidad de género y derechos civiles.
El gobernador Greg Abbott firmó la norma que restringe el uso de sanitarios y vestidores en escuelas, oficinas gubernamentales, centros penitenciarios y refugios para mujeres, estableciendo que solo podrán ser utilizados conforme al sexo definido al nacer.
Uso de baños públicos según el sexo asignado al nacer
Con este decreto, el gobierno estatal busca, según sus promotores, salvaguardar la privacidad y la seguridad de menores y mujeres en entornos públicos.
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Voces conservadoras argumentan que la medida preserva la integridad de los espacios separados por sexo, mientras que activistas progresistas advierten que la disposición discrimina a las personas transgénero y no binarias, vulnerando derechos fundamentales.
El proyecto contempla sanciones de hasta 125 mil dólares para dependencias que desatiendan la regulación, lo que refuerza su carácter coercitivo y ha despertado inquietudes sobre el alcance de la autoridad estatal.
Legisladores demócratas acusaron a la mayoría republicana de impulsar un exceso de control gubernamental y de promover una “guerra cultural” innecesaria, señalando que la ley abre la puerta a prácticas de vigilancia de género.
Afirman que es un retroceso social
Organizaciones de derechos humanos como Equality Texas calificaron la medida como un retroceso social y prometieron recurrir a tribunales para frenar su implementación. Argumentan que la norma no solo limita el acceso a servicios básicos, sino que también incrementa el riesgo de acoso y exclusión para quienes no encajan en categorías binarias.
Aunque los defensores de la ley insisten en que existe un debido proceso y niegan cualquier incentivo al vigilantismo, el debate se ha convertido en un símbolo de las tensiones entre seguridad, privacidad y diversidad.
En este contexto, Baño en disputa se proyecta como un catalizador de nuevos litigios, campañas políticas y movilizaciones sociales que seguirán redefiniendo el panorama legal y cultural de Texas en los próximos años.