La Unión Europea (UE) estableció una estricta regulación para garantizar la seguridad en el uso de productos cosméticos, específicamente en esmaltes y geles para uñas.
A partir de este 1 de septiembre, entró en vigor un nuevo reglamento que prohíbe la venta, distribución y aplicación de aquellos productos que contengan sustancias peligrosas, consideradas tóxicas o carcinógenas.
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Desde esta fecha, los productos que contengan sustancias clasificadas como “carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción” (CMR) no podrán ser comercializados. Además, aquellos productos adquiridos previamente a esta fecha no podrán ser sometidos a actividades comerciales, incluyendo su venta mayorista o minorista, ni su aplicación en salones de belleza.
¿Por qué son peligrosos estos componentes?
Las sustancias en cuestión, especialmente los CMR, pueden causar efectos graves en la salud, como aumentar el riesgo de cáncer, alterar el ADN, afectar la fertilidad y provocar malformaciones en el desarrollo fetal.
El Óxido de Difenilfosfina (TPO), en particular, se utiliza como fotoiniciador en geles para uñas curados con luz UV; su capacidad de generar radicales libres que inducen la polimerización también puede ocasionar reacciones adversas en la piel y en la salud en general.
¿Qué deben hacer los profesionales y consumidores?
Los profesionales del sector de belleza deben dejar de usar y vender esmaltes y geles con estas sustancias, incluso si los productos fueron adquiridos antes del 1 de septiembre, incluso deben eliminar de sus almacenes estos artículos peligrosos y optar por alternativas seguras aprobadas por la normativa europea.
Los clientes que compran por mayoreo o menudeo también se verán afectados, ya que la comercialización de estos productos será prohibida en toda la Unión Europea, incluyendo su regalo o uso en salones de belleza.