El reciente descubrimiento de ardillas carnívoras ha modificado el panorama científico sobre la alimentación de esta especie. Durante décadas, fueron catalogadas como consumidoras de semillas y vegetación; sin embargo, evidencias recientes demuestran que su menú puede ser mucho más amplio.
Científicos de la Universidad de Wisconsin-Eau Claire, en colaboración con la Universidad de California, Davis, llevaron a cabo una serie de observaciones en el Parque Regional Briones, ubicado en el condado de Contra Costa.
Ardillas se vuelven carnívoras
Allí constataron que las ardillas no solo recolectan granos y hojas, sino que también pueden perseguir y consumir pequeños mamíferos, ajustando sus hábitos según la disponibilidad de alimento.
Te podría interesar
El fenómeno se presentó en medio de un incremento poblacional de roedores locales. De acuerdo con registros en plataformas de monitoreo ecológico, la abundancia de presas durante el verano de 2024 habría favorecido esta inusual conducta depredadora.
Este patrón sugiere que la dieta de las ardillas no es estática, sino que responde a los cambios ambientales inmediatos.
Los especialistas explican que este tipo de flexibilidad alimentaria aporta una ventaja significativa en entornos con variaciones climáticas o alteraciones provocadas por actividades humanas. Cuando la oferta vegetal disminuye, la inclusión de proteína animal garantiza la energía necesaria para su actividad diaria y reproducción.
Omnívoros oportunistas
En términos ecológicos, esta capacidad de alternar entre recursos de origen vegetal y animal convierte a las ardillas en omnívoros oportunistas. Este rasgo podría explicar su persistencia en hábitats que han sufrido transformaciones, como áreas urbanas, campos agrícolas o regiones con temporadas secas prolongadas.
Los científicos planean ampliar el estudio para evaluar si este comportamiento se presenta de forma cíclica o se relaciona exclusivamente con episodios de abundancia de alimento.