BANCARROTA

Icónica marca de alimentos que acompañó a generaciones mexicanas cae en bancarrota, esto sabemos

Esta decisión ha provocado incertidumbre sobre su permanencia en México, donde ha operado durante casi siete décadas

Escrito en GLOBAL el

Imagina que una de las marcas más reconocidas en tu despensa, esa que lleva décadas acompañando tus comidas, enfrenta una de las crisis financieras más importantes de su historia. 

Eso es justo lo que sucedió con Del Monte Foods, la gigante estadounidense de alimentos enlatados, que en julio de 2025 se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

Aunque para muchos esto podría sonar a una noticia lejana, la realidad es que el movimiento tiene implicaciones que podrían sentirse en México, donde Del Monte tiene una fuerte presencia y millones de consumidores fieles. 

Esta figura legal permite a la compañía reorganizar sus finanzas mientras mantiene sus operaciones, pero con un proceso judicial supervisado.

Este movimiento se debe principalmente a una carga de deuda significativa que Del Monte arrastra desde años atrás, además de un entorno económico complicado, aumento en costos de materias primas y problemas en la cadena global de suministro. 

La compañía aseguró un financiamiento de aproximadamente 912.5 millones de dólares para continuar funcionando durante este periodo.

En México, la marca Del Monte tiene una presencia sólida desde hace casi 70 años, con una red de producción y distribución que abastece a supermercados y consumidores en todo el país. 

Sin embargo, es importante destacar que el proceso de bancarrota afecta exclusivamente a la matriz estadounidense y no incluye las operaciones locales mexicanas.

A pesar de esto, expertos advierten que la bancarrota puede generar incertidumbre en proveedores, distribuidores y consumidores. Podría afectar precios, disponibilidad de productos y hasta retrasos en entregas debido a posibles ajustes en la logística internacional.

En el corto plazo, Del Monte México asegura que sus operaciones continúan sin cambios, pero el escenario a mediano plazo dependerá de cómo se maneje la reestructuración en Estados Unidos y la posible venta de activos que se contempla como parte del plan de rescate.