Aunque parezca sacado de una película de espías, existe un Starbucks dentro de las instalaciones centrales de la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency CIA) en Langley, Virginia, y es uno de los más concurridos y singulares del mundo.
Apodado por los propios agentes como la “Tienda Número 1” (porque así aparece en los tickets de compra), este Starbucks funciona bajo reglas estrictas para proteger la seguridad nacional, a la vez que ofrece un respiro entre misiones secretas, reporta The Washington Post.
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¿Por qué hay un Starbucks dentro de la CIA?
En la cultura del café de las fuerzas armadas y los cuerpos de inteligencia, la cafeína es esencial para estar alerta y revisar miles de documentos clasificados. Según el experto Vince Houghton, “si se les escapa una palabra, pueden morir”, ilustrando por qué el café es casi un elemento estratégico para estos profesionales.
Pero además de mantener despiertos a los agentes, el Starbucks de la CIA cumple otra misión especial: humanizarlos. En un entorno de alta presión, sin acceso a teléfonos ni ventanas, la cafetería se convierte en un espacio donde los empleados pueden despejarse, practicar idiomas o reencontrarse, a veces por sorpresa, con excompañeros de universidad que también trabajan para la CIA.
Reglas que hacen único a este Starbucks
Por razones de seguridad, la sucursal funciona diferente a cualquier otra:
- Nada de nombres en los vasos: los baristas no pueden pedir ni escribir el nombre de los clientes.
- Sin tarjetas de recompensas: temen que la información pueda ser rastreada o hackeada.
- Prohibido usar el celular: dentro de la CIA, la regla aplica para todos.
- Reportar comportamientos sospechosos: si un cliente pregunta demasiado, el barista debe informarlo a sus superiores.
Aunque la sucursal busca ofrecer un ambiente “normal”, la discreción es clave: incluso muchas entrevistas de trabajo para la agencia se hacen aquí, entre cafés y pasteles.
¿Qué hay en el menú del Starbucks secreto de la CIA?
El latte de vainilla es el más pedido por los agentes durante el día; por las noches, quienes tienen que doblar turno prefieren espressos dobles o frappuccinos extra dulces. El bizcocho de limón es uno de los favoritos para acompañar las largas jornadas.
En cuanto al diseño, el Starbucks de Langley luce similar a otras sucursales, con sillas de madera clara, sillones elegantes de piel y decoración que cambia con la temporada, aunque no existen fotos oficiales por motivos de seguridad.
Según The Washington Post, el Starbucks de la CIA formó parte incluso de una de sus operaciones más famosas: fue allí donde el responsable del equipo que rastreó a Osama Bin Laden reclutó a un ayudante clave para la misión.