El grafiti es una expresión artística para muchos, pero en Texas puede convertirse en un problema legal serio si no cuentas con permiso para pintar.
La ley estatal considera el grafiti como un delito bajo el Código Penal de Texas, Sección 28.08, “Graffiti”, que establece las sanciones según el valor del daño causado a la propiedad.
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Si pintas una pared sin permiso y el costo de reparación es menor a 100 dólares, estarías cometiendo una infracción menor, con una multa de hasta 500 dólares.
Pero si el daño asciende entre 100 y 750 dólares, el delito se clasifica como menor, con multas de hasta 2,000 dólares y hasta 180 días en la cárcel.
Las penas se agravan conforme aumenta el costo del daño. Por ejemplo, daños entre 750 y 2,500 dólares pueden implicar multas de hasta 4,000 dólares y hasta un año de cárcel.
Si el daño supera los 2,500 dólares, se considera un delito grave, con penas que pueden llegar hasta 20 años en prisión, dependiendo del monto.
Además, la ley indica que, si el grafiti se realiza en lugares sensibles como escuelas, iglesias, monumentos públicos o centros comunitarios, el delito puede considerarse grave incluso si el daño es menor a 30,000 dólares.
Algunas ciudades, como Houston, cuentan con ordenanzas adicionales, prohibiendo por ejemplo que menores de 17 años tengan implementos para grafiti y aplicando multas extras, buscando prevenir actos vandálicos.
Aunque el grafiti puede ser una forma legítima de arte urbano, hacerlo sin permiso en Texas implica riesgos legales serios. La ley protege la propiedad pública y privada, y las sanciones buscan evitar daños y vandalismo.
Si quieres expresarte a través del grafiti, la recomendación es buscar espacios legales o permisos oficiales para que tu arte pueda brillar sin problemas.