Aiden Martínez, un niño de apenas 5 años, perdió la vida tras permanecer durante horas dentro del auto de su madre en San Antonio, Texas, un caso que expone nuevamente el riesgo mortal de los autos calientes, un tema que cobra la vida de cerca de 40 menores cada año en Estados Unidos.
Según reportaron medios locales como KSAT y Kens5, la madre del pequeño, de 22 años, declaró a la policía que creyó haber dejado a su hijo en la guardería, como hacía cada mañana antes de dirigirse a su trabajo, sin embargo, la tragedia ocurrió cuando, sin darse cuenta, condujo directamente a su empleo y dejó al niño en el asiento trasero desde las 8 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde.
Te podría interesar
Fue al final de su jornada cuando acudió a la guardería para recogerlo, solo para descubrir que Aiden nunca llegó al lugar, el personal le informó de inmediato y la madre corrió al estacionamiento, donde encontró a su hijo sin signos vitales, paramédicos confirmaron su fallecimiento en la escena.
De acuerdo con ABC News, el jefe de la policía de San Antonio, William McManus, describió lo sucedido como una “situación extremadamente trágica” y confirmó que la familia del menor está devastada, la policía mantiene abierta la investigación para determinar si se trató de una negligencia accidental o si podría derivar en cargos criminales.
El caso de Aiden Martínez ocurre en medio de una ola de calor extrema: el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) registró ese miércoles temperaturas de hasta 93 grados Fahrenheit en San Antonio, condiciones que convierten a los autos en auténticos hornos en cuestión de minutos.
El oficial McManus hizo un llamado urgente a la comunidad para evitar más tragedias como esta: “Revisen siempre el asiento trasero y no dejen nunca a niños o mascotas dentro del vehículo, especialmente aquí en el sur de Texas”, pidió a través de ABC News.