Ovidio Guzmán, hijo del "Chapo" Guzmán, se declaró culpable este 11 de julio ante una corte de Chicago, en Estados Unidos, esto con el fin de obtener una reducción en su condena, la cual podría tardarse hasta seis meses para ser dictada.
Las autoridades de Estados Unidos le fincaron 14 cargos en su contra pero el hijo del narcotraficante admitió su culpabilidad en cuatro cargos sobre tráfico de drogas y su participación en el crimen organizado.
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¿Qué pasó en la audiencia?
Durante su presencia ante una jueza, el integrante del Cártel de Sinaloa escuchó los cargos en su contra mientras se encontraba rodeado por sus abogados defensores.
De acuerdo con los reporteros que estuvieron presentes durante la audiencia, el acusado ingresó a la sala de la Corte vestido con el típico traje naranja de presidiario, las esposas ataban sus pies y manos mientras caminaba acompañado por las autoridades carcelarias hasta su lugar.
Su rostro lucía con una barba crecida y lentes, una imagen completamente diferente a la que conocimos cuando fue capturado y extraditado por las autoridades mexicanas.
En todo momento el acusado permaneció en silencio escuchando con unos audífonos la traducción de lo que le preguntaba la jueza Sharon Coleman.
En las pocas veces que pudo hablar, "El Chapito" mostró una voz temblorosa al afirmar que se declaraba culpable de los cargos que se le imputaban, también dejó claro que nadie lo había forzado para declararse culpable.
Además, Ovidio también dijo algunas palabras ante la jueza y aseguró que sufre depresión, la cual le fue diagnosticada el pasado mes de octubre y que por ello está tomando medicación.
Acuerdo de culpabilidad
Al declararse culpable, Ovidio Guzmán evitará ir a juicio en Estados Unidos y la jueza Sharon Coleman fijará su sentencia pero se sabe que con este acuerdo, el acusado evitará la cadena perpetua y colaborará con la justicia norteamericana para futuras investigaciones en otros casos como el de Ismael "El Mayo" Zambada.
Además, la fiscalía pidió una multa de 80 millones de dólares, aunque no se sabe si ésta será pagada o se negociará antes de que se le dicte sentencia condenatoria.